Parece casi un imposible no tener el teléfono entre manos en cada vez más situaciones: al despertarse, en el camino al trabajo, mientras esperamos a que empiece una película, antes de dormir… Uno de cada tres españoles no puede "vivir sin el móvil" y esa afirmación es indicadora de que existe un problema grave de adicción que se tiene que tratar.
Dejar el móvil fuera del dormitorio, borrar las redes sociales o alejarlo en reuniones y quedadas
Aunque nuestra situación no se revele tan extrema, seguramente estemos posando los ojos en la pequeña pantalla más tiempo del que deberíamos y en más ocasiones de las que somos conscientes.
Por eso, una buena forma de empezar a tomar conciencia del tiempo que nos quita el teléfono es midiéndolo. Aplicaciones como Moment para iOS o Space para Android monitorizan el número de veces que desbloqueamos nuestro dispositivo y ofrecen estadísticas de los minutos pasados frente a la pantalla en vez de en la vida real.
Los expertos de la clínica británica Time To Log Off proponen un plan de una semana para dejar el móvil y concienciar de su uso excesivo. Primero, hay algunos pasos iniciales a seguir que preparan al usuario para lo que está a punto de realizar:
-Fuera Redes Sociales. En primer lugar, hay que decir adiós a todas las redes sociales que tengamos descargadas; solo podremos actualizarlas a través de un ordenador.
-Adiós a las notificaciones. Debemos desactivar todas las notificaciones, salvo aquellas que nos fuerzan a entrar en la app para leer el contenido, para así controlar cuándo se entra y no estar siendo molestado constantemente.
-Prohibido el móvil en las reuniones. En reuniones, quedadas con amigos y a las horas de las comidas, el móvil debe dejarse dentro del bolsillo, del bolso, del abrigo, o, básicamente, fuera de la vista y a ser posible del alcance de la mano.
-Prohibido el móvil en el transporte público. Lo mismo ocurre a la hora de ir y volver de trabajar: leer puede ser un sustitutivo de jugar con el móvil durante el trayecto.
-Desconectar en el aseo. Por último, el móvil debe estar fuera del baño, un lugar en el que es utilizado por la mayoría de los usuarios.
Durante los siete días que dura la desintoxicación, el usuario pasará de dejar el móvil fuera del dormitorio a apagarlo por completo durante un día. Los trucos son pequeños pero eficaces, y pueden suponer una gran diferencia a la hora de enfrentarnos a la pequeña pantalla. Estos serían los pasos:
-Higiene del sueño: El primer día, bastará con iniciar una rutina de higiene del sueño: el móvil no puede estar en el mismo lugar en el que vamos a descansar. Por eso, con un volumen muy alto para la alarma, si es que usamos la del móvil, colocaremos el dispositivo en un cuarto aledaño o cercano al nuestro. A partir de ahora, ese será el lugar de nuestro teléfono por las noches.
-Elegir un lugar para el móvil. En el segundo se establece un punto de referencia en casa para dejar el móvil. Si queremos mirar algo, será en ese lugar: el móvil no puede venir con nosotros por la vivienda.
-Eliminar aplicaciones. Durante los siguientes días hay que empezar a eliminar aplicaciones que tengan que ver con el trabajo o que puedan usarse en otros dispositivos, como la música, la televisión o hacer deporte. Por mucho pánico que pueda darnos la idea, hay que salir a la calle sin el móvil, ya sea a una cena o al gimnasio.
-Dos días desconectado. Los últimos dos días apagaremos el teléfono -estaría bien notificar la decisión a familiares y amigos cercanos para evitar preocupaciones- y experimentaremos una vida sin el pequeño aparato.
Hagamos o no el plan de forma estricta, aplicar algunas de las ideas puede mejorar nuestro trato con los demás, nuestro descanso y eficiencia, además de ser conscientes del tiempo que perdimos simplemente desbloqueando el móvil.