Aislamiento, ansiedad… tener una vida demasiado dependiente del teléfono móvil puede llegar a desarrollar tendencias adictivas en los individuos si no saben controlar su dependencia a la tecnología y poner una solución a tiempo.
Tanto es así que la aseguradora de salud Cigna ha llevado a cabo un estudio para ver cómo las nuevas tecnologías influyen en el contexto social de las personas. Y los resultados son concluyentes.
El uso excesivo del teléfono repercute negativamente en el entorno social del 34% de los españoles
El 34% de los españoles reconoce que el excesivo uso del teléfono y la tableta está repercutiendo negativamente en su entorno social, según el informe "Cigna 360 Wellbeing Survey".
La razón es que, aunque las tecnologías facilitan nuevas vías de comunicación y ayudan a mantener la relación con amigos y familiares, estar conectado continuamente interfiere en la socialización fuera del mundo online.
Según señala la compañía, abusar del tiempo que se pasa conectado reduce la interacción personal, genera distracción y, en términos extremos, puede llevar al individuo a aislarse.
El problema es que parece ser que no somos capaces de controlarnos. De hecho, sólo el 26% reconoce que el tiempo que destina a los dispositivos móviles es el adecuado. Y es que, según uno de cada tres, vivir sin su smartphone sería imposible.
Las facilidades que este tipo de dispositivos ponen a disposición de los usuarios van mucho más allá del concepto social: realización de pagos y transferencias bancarias, seguimiento personal de la salud y el estado físico, compras online, etc. Esto desemboca en una necesidad de uso que ha llegado, incluso, a afectar al entorno laboral, tanto por la utilización abusiva durante la jornada de trabajo, como por la imposibilidad de desconectar del correo electrónico durante las horas de descanso.
De media, los españoles pasan tres horas al día mirando el móvil. El 72% afirma que lo utiliza, principalmente, como distracción o para conectarse a internet. Es más, casi el 70% indica que el gasto económico que le supone su smartphone merece la pena.