No, Trump no ha puesto en venta la Estación Espacial Internacional, pero sí propone su privatización
Desde luego, las misiones de la NASA no pasan por su mejor momento económico. Si el año pasado veíamos cómo el dinero no daba para llegar a Marte en 2030, ahora el gobierno de Donald Trump vuelve a tocar el presupuesto de la NASA no reduciéndolo precisamente, pero sí teniendo como principal víctima la Estación Espacial Internacional.
Se trata de los planes en torno al presupuesto para la agencia espacial estadounidense para el año 2019, los cuales aún han de aprobarse por el Senado y la Cámara de Representantes tras las negociaciones y la constitución de una propuesta definitiva. Pero lo que se ha reafirmado con la propuesta del presidente de los Estados Unidos es la privatización de la parte estadounidense de la estación. ¿Se va a convertir entonces en un parque de atracciones o una especie de centro comercial espacial? No precisamente.
En este asunto de la propuesta del presupuesto hay una buena y una mala noticia, visto de manera general. Donald Trump propone aumentar el presupuesto de la NASA en un 2,6%, es decir, unos 500 millones de dólares, para que quede un total de 19.600 millones de dólares, como leíamos en CNN.
Pero la letra no tan pequeña es que en ese pellizco se incluyen 150 millones de dólares para la creación de un programa de privatización de los módulos estadounidenses de la Estación Espacial Internacional, que ayude a compañías privadas a tomar el relevo de las operaciones que se realizan en dicha estancia. Lo que en resumen proponen lo citaba BBC con las palabras de la Casa Blanca:
El presupuesto propone poner fin al financiamiento directo de Estados Unidos a la Estación Espacial Internacional en 2025, y a partir de ese año la NASA debería confiar en socios privados para continuar con la investigación de la órbita terrestre"
La idea es que el tiempo, el esfuerzo y el dinero de ingenieros y demás personal especializado se centre en regresar a la Luna, así como otros destinos en el que figura Marte (aunque no se tenga fecha firme para una misión de visita).
¿Está pues en venta la ISS? Tampoco es eso exactamente. Los fondos de Estados Unidos para la Estación están garantizados hasta 2024, aunque pese a que pueda haber cambios se espera que las operaciones sigan hasta 2028.
De hecho, la idea no es que la NASA haga las maletas y deje la estancia para terceros, sino que haya una colaboración en las investigaciones activas con "colaboradores comerciales" (de ahí los 150 millones dedicados a la creación de un programa). ¿Y a quién puede interesar esto? Como sintetizan en Wired, esto es una oportunidad para las empresas centradas en el desarrollo de materiales, productos farmacéuticos o directamente el turismo espacial al que aspiran compañías como Virgin Galactic o Blue Origin.
Es decir, no, no está a la venta y la NASA no tiene planes de abandonar la Estación. Pero eso sí, la intención la dejó clara el administrador de la agencia espacial Robert Lightfoot, que según citaban en Wired decía textualmente que este presupuesto tenía como intención "estimular las oportunidades comerciales en la órbita baja a la Tierra", o lo que es lo mismo, que la falta de fondos no sea un problema para las empresas interesadas.
Además, cabe matizar otro aspecto: es una estación espacial internacional, y que la NASA y Estados Unidos decidan emprender una privatización no implica que esto vaya a contagiarse a los otros módulos del resto de naciones. De hecho, la propuesta estadounidense necesita de acuerdos y negociaciones con el resto de naciones para llevarse a cabo, dado que la ISS se construyó (y se opera) en cooperación con Europa, Japón, Canadá y Rusia.
Evidentemente recortar o parar la actividad en la ISS no es plato de buen gusto para todos, hablando del personal activo allí actualmente y de la gente en tierra firme. Ted Cruz, senador republicano miembro del Senate Science Commitee habla de que "cancelar los programas tras miles de millones de inversión" es "una de las cosas más tontas que pueden hacerse" según transcribían en el New York Times, y en CNN citaban al senador demócrata (y ex-astronauta) Bill Nelson, que opina que "alejarnos de nuestro único puesto que tenemos en el espacio en un momento en el que estamos empujando las fronteras de la exploración no tiene sentido".
De momento se trata de una propuesta que tampoco pilla de nuevo, dado que ya hace tiempo que se rumorea sobre la privatización de la ISS. Ha de aprobarse, y de ser así habrá que ver la viabilidad, ya que puede que esos cuatro años previstos para la transición no son suficiente tiempo según la Commercial Spaceflight Federation, que representa compañías como SpaceX o Blue Origin.
De ser así (y si cumplen con lo propuesto), habría más fondos o más misiones relacionadas con volver a la Luna o llegar a Marte. Para lo primero al menos sí existen misiones (no tripuladas) como vimos en el calendario espacial de 2018, y el satélite es además objetivo de las agencias espaciales japonesa e india.