BlackBerry Motion, toma de contacto: lo antiguo, si seguro y fluido, dos veces bueno, pero no barato
Los últimos años de BlackBerry han sido... Diferentes. La marca como tal ha quedado como empresa de software, pero aún vemos teléfonos con la histórica mora en la trasera e incluso teclado físico de la mano del fabricante TLC, y en esta edición del Mobile World Congress hemos podido realizar la toma de contacto de la BlackBerry Motion, uno de los últimos.
Al terminal lo conocimos hace unos meses, viendo que sigue la línea de la BlackBerry Aurora o las DTEK y no la de la BlackBerry Priv o la BlackBerry KEYone olvidándose del teclado físico. Justamente ésta última y la Motion eran las protagonistas del stand en la feria, así que tocaba ver qué tal es la última BlackBerry con teclado en pantalla y la habitual dosis de seguridad extra.
Si jugamos a cerrar los ojos y agarrar la BlackBerry Motion como si no fuésemos conscientes de qué teléfono es, sería poco probable que pensásemos en un teléfono en cuya espalda figura ese logotipo de mora-teclado al que aludíamos al principio. La construcción es menos robusta que la maciza KEYone, también cambian los bordes habiendo optado por los ángulos más cortantes (pero no molestan) curvando el de la base, y la habitual fracción de plástico en la trasera es muy suave y con un relieve menos perceptible.
Cuando abriésemos los ojos en seguida veríamos pues las señas de identidad; habrán cambiado las manos, quizás las riendas, pero los logotipos y los colores (metal y negro) siguen dejando un diseño by BlackBerry que disipa cualquier duda sobre su origen. Eso sí, con resistencia a polvo y agua IP67, probablemente como ventaja de no tener las hendiduras de un teclado físico.
Es bastante ligera, sobre todo en comparación con su prima la del teclado físico, y cómoda. La opción que han elegido aquí los fabricantes es la de optar por un botón físico de los tres que habitualmente son táctiles, de una manera poco discreta y de gusto cuestionable (un botón protuberante de plástico con el logo), quedando en los bordes los de encendido, volumen y la tecla de acceso rápido.
Esta decisión hace que el frontal nos haga viajar de algún modo a atrás en el tiempo, con una trasera que tampoco evoca a la actualidad precisamente. Hablando de la batalla por el aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla, la Motion tampoco entra y tenemos un panel de 5,5 pulgadas entre dos notorios marcos superior e inferior, quedando en un 70,2%.
Sobre la pantalla comentar que nos pareció que tiene una buena sensibilidad táctil y que tuvimos buena experiencia tanto en lectura sobre fondos claros como en la visualización de fotos y contenido multimedia. Colores y temperatura equilibrados (valores que por software tampoco tendríamos opción de ajustar), ajuste de brillo automático aparentemente con buen funcionamiento y resolución FullHD, suficiente para un nivel de detalle aceptable y probablemente beneficioso a la hora de mantener la autonomía que esos 4.000 mAh aporten.
En la BlackBerry Motion no vemos casi nada que no hayamos visto tanto en la marca como fuera en la estética de la Motion. Pero dejando atrás esto o el gusto de cada uno, es cómoda y no pesa demasiado para ser un 5,5 pulgadas con una batería así.
El sistema nos ha recordado mucho a lo que vimos no hace demasiado en la KEYone: un Android de aspecto familiar pero con una dosis de software canadiense considerable. Apps de utilidades, el software DTEK y la pestaña lateral que se han consolidado como las marcas de la casa (los remanentes de lo que era un sistema operativo) que pudimos probar bien y que aportaban un extra que en el caso de DTEK aportaba un plus interesante (no tanto el resto).
Sí hay un cambio en las opciones de personalización del botón físico de acceso rápido, con la posibilidad de encadenar acciones y poder establecer configuraciones como pulsar y que se abran ciertas apps al iniciar el el modo coche.
La experiencia con la Motion, no obstante, ha sido bastante mejor que con la KEYone. Hay 1 GB de RAM de diferencia favorable a la Motion (3 GB versus 4 GB), pero la diferencia es tan notable que probablemente se deba a alguna actualización de software que haya mejorado al mismo, dado que no percibimos ni lags ni el resto de problemas que sí que se daban en la KEYone.
A falta de probarla a fondo y someterla a usos intensivos y apps más exigentes, las sensaciones son buenas con este móvil que, como ha hecho Nokia con el 8 Sirocco, no tira de lo último de Qualcomm (en este caso para la media gama), incorporando un Snapdragon 625 que en general ha dado muy buenos resultados (y al parecer así sigue siendo). Pensando a largo plazo siempre será mejor optar por hardware reciente, pero al menos en esos primeras prueba nos dio la impresión de que iba fluida y no había problemas ni al abrir apps, ni al ejecutarlas ni con la multitarea.
En lo referente a la cámara, lleva exactamente la misma configuración que la BlackBerry KEYone tanto para la frontal como para la trasera. En el análisis de ésta tenéis una parte dedicada a mostrar los resultados con ellas, lo cual os dará más información que lo que os podamos decir en esta toma de contacto dado que sólo hay opción de probarla en un entorno (interiores con iluminación variable).
No obstante, os podemos decir que la cámara no tiene tampoco problemas o retrasos al ejecutar la app o navegar por la misma. De hecho, en este caso no percibimos algunos de los problemas que vimos con su predecesora, como la inestabilidad del balance de blancos o la subexposición, quedando bastante bien en las macros.
Siempre es interesante que una compañía referencia en seguridad haga productos de consumo (o llegue a través de éstos) para usuarios de todo tipo, y no sólo a entornos de trabajo, gobiernos u otro tipo de público más restringido. Pero la apuesta de BlackBerry y TLC es hacerlo pidiendo a cambio unos 100 euros menos que el OnePlus 5T, que va con hardware más reciente y potente.
Nos quedamos con buenas sensaciones, aunque un tanto encontradas si damos peso a la estética (que, sin intervenir en el funcionamiento, puede ser una prioridad como otra para el usuario y sí influye en la comodidad o el uso) o a este asunto del precio. El teléfono se distribuye de manera global y ya llegó a Europa el mes pasado, así que veremos si tenemos oportunidad de analizarlo a fondo.