Los niños cada vez acceden antes a las nuevas tecnologías, tienen perfiles en las redes sociales (a pesar de que la edad legal permitida para tener una cuenta en estas plataformas sea de 14 años) y cuentan con teléfono móvil.
Según un estudio realizado por S2 Grupo, el 16% de los niños tiene su primer smartphone antes de los 10 años y el 22% de los menores comprendidos en esta franja de edad tienen perfil en redes sociales, con o sin consentimiento paterno, a pesar de no ser legal.
Ante esta realidad, según señala la empresa, el ciberacoso, el sexting, la pérdida de privacidad, las adicciones o las apuestas online son sólo algunos de los riesgos a los que pueden enfrentarse los menores relacionados con este ámbito.
En este sentido, para promover un uso responsable de las Nuevas Tecnologías, expertos de la firma han elaborado un decálogo de consejos clave para que la experiencia sea más segura:
-Los padres deben aprender a utilizar la misma tecnología que sus hijos. Si éstos desconocen los entornos en los que se mueven sus hijos se crea una gran distancia entre ambos que se traduce en falta de autoridad ante ellos porque son conscientes de que los adultos no tienen experiencia en ese ámbito.
-Utilizar contraseñas robustas. Son aquéllas que contienen letras mayúsculas y minúsculas, signos de puntuación y caracteres alfanuméricos. Además, éstas se deben modificar con frecuencia y ser diferentes para cada entorno.
-No aceptar a extraños como amigos en Redes Sociales. Esto puede entrañar un grave peligro para los menores, que no saben si en realidad detrás de los perfiles hay gente de su edad o adultos con algún tipo de intención perniciosa. Éste es uno de los puntos más importantes y difícil de lograr debido a que los jóvenes miden sus estatus social por el número de amigos en redes sociales y su actividad en éstas.
-Proteger la webcam. Si un ordenador es hackeado, la cámara puede ser activada por control remoto aunque parezca que está apagado. Si encima el dispositivo está en la habitación del menor podrían tomarse imágenes íntimas, desnudo, etc.
-No enviar fotos íntimas. Éste es otro de los mayores peligros debido a que los menores suelen creer que sólo las verá aquella persona a la que se la ha enviado y una vez hecho se pierde el control sobre su uso. De hecho, puede acabar desembocando en situaciones altamente delicadas como chantaje o acoso.
-Cuidado con lo que se comparte. Estar continuamente informando, por ejemplo, de dónde nos encontramos, dónde vamos, si estamos de viaje, etc., podría ponernos en peligro.
-La mejor medida de protección es la educación. Conocer los riesgos y cómo protegerse es una de las mejores herramientas para evitar ciberpeligros.
-No utilizar wifis públicas. Éstas no suelen garantizar la seguridad suficiente y muchas son realmente "cebos" de ciberdelincuentes para hacerse con el control de nuestro smartphone y tener acceso a toda nuestra información.
-Configurar correctamente la privacidad de las cuentas en las Redes Sociales. Es fundamental escoger la opción más restrictiva para evitar que personas no deseadas accedan a nuestros datos. Además, para evitar que nuestros dispositivos sean hackeados, es importante que el navegador, el sistema operativo y el antivirus estén correctamente actualizados