Por qué Zello ha sido un colador de yihadistas durante años

Zello

Al calor de las redes sociales y las nuevas tecnologías, los grupos terroristas como DAESH han visto cómo crecían sus adeptos y subía su popularidad. Sin embargo, con la internacionalización de la problemática terrorista, el foco ha acabado encima de las plataformas que permitían la comunicación de los radicales. Por eso YouTube, Twitter, Facebook o WhatsApp han trabajado para detectar más rápidamente el discurso de odio y detener la captación de nuevos yihadistas.

Nadie en el equipo de Zello habla árabe y solo dos personas destinan parte de la jornada a controlar y moderar los canales

Telegram, la popular aplicación de mensajería, ha llevado sobre sus espaldas la lacra de haber sido uno de los principales canales de comunicación del grupo terrorista. Los actuales esfuerzos, que incluyen el rastreo de palabras y el cierre de canales a diario, hacen ver que la plataforma sí lucha contra el extremismo aunque no consiga eliminarlo del todo. Telegram publica las actualizaciones contra el DAESH en concreto en forma de un bot, ISIS Watch, que informa a los usuarios de cuántos canales que hacían apología del grupo y su misión se han cerrado durante el día. Solo en marzo van más de 4.338.

Pero quizá el gran olvidado en este puzzle complejo ha sido Zello. La aplicación, que se creó en 2011, funciona como un walkie-talkie y se organiza mediante canales donde los usuarios pueden enviar notas de audio y también mensajes de texto. La comunicación, como pasa en Telegram o WhatsApp, está encriptada, así que no puede ser vista por nadie más que por los usuarios que integren el canal.

La historia que rodea Zello es la de la reivindicación. En 2013 los manifestantes turcos la emplearon para sortear al gobierno, también se usó en Venezuela y ha registrado un récord de descargas a raíz de desastres naturales como huracanes y tormentas tropicales. Actualmente cuenta con 124 millones de usuarios en todo el mundo.

El atacante de Estocolmo que en abril del año pasado arrolló y mató a cinco viandantes e hirió a otros 14 estaba usando Zello antes, durante y después del atropello. Cada vez más gobiernos solicitan información a la aplicación, que de momento destina solo dos empleados a moderar canales y cuentas. Nadie en Zello habla árabe, lo que da una idea del control que pueden establecer sobre sus propios servicios.

Una reciente investigación del MEMRI, Middle East Media Research Institute o Instituto de Investigación sobre la comunicación en el Medio Oriente, prueba que los radicales campan a sus anchas por la aplicación.

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