Tesla afirma que sólo se le está pagando por un tercio de la electricidad que están generando las baterías instaladas en el sur de Australia. Tal y como recoge el diario local Sydney Morning Herald, esto se debe a que sus baterías están suministrando electricidad demasiado rápido a la red eléctrica nacional, tanto que el Australian Energy Market Operator (AEMO) no es capaz de contabilizarla.
Se trata del sistema de baterías Tesla más grande del mundo, completado por Tesla en Australia en noviembre del año pasado, y que en los pocos meses que lleva operativa parece estar superando todas las expectativas. Esto es, sobre todo, gracias al poco tiempo de respuesta con la que son capaces de inyectar electricidad al suministro eléctrico en caso de apagón o insuficiencia energética.
Y es precisamente este tiempo de respuesta el que le está dando los problemas. Tal y como explica el Sydney Morning Herald, el operador energético australiano desglosa el tiempo de respuesta en seis segundos, un minuto y cinco minutos. Pero las baterías de Tesla tardan menos de 200 milisegundos en inyectar la energía necesaria a la red, por lo que todo lo que se envía entre esos 200 milisegundos y 6 segundos es demasiado rápido para ser registrado.
"Tesla estima que la batería Hornsdale Power Reserve ha entregado del 30 al 40% de sus servicios a mercados de frecuencia sin recibir pago, debido a que las especificaciones técnicas de AEMO están escritas sobre la base de activos de generación de combustibles fósiles", han dicho desde Tesla. "Los estándares actuales compensan las baterías por su capacidad en función de las tasas de respuesta de los generadores fósiles, a pesar de la capacidad de proporcionar un tiempo de rampa más rápido".
A pesar de las quejas, desde Tesla de momento no han proporcionado cifras en dólares sobre cuánto estiman que se le puede estar pagando de menos. Pero como referencia, en pasados periodos en los que hacía falta activar los servicios auxiliares de control de frecuencia (FCAS), que son a los que están enfocados las baterías de Tesla, se han estado pagando cantidades de entre 10.152 y 13.400 dólares por megavatio a la hora.
Sin embargo, y a pesar de estas quejas de Tesla centradas sobre todo en criticar unas especificaciones de estimación diseñadas para combustibles fósiles, la empresa de Elon Musk debería estar bastante contenta con todos los beneficios que está obteniendo de sus baterías australianas.
Por una parte está el beneficio económico, ya que su éxito les está proporcionando nuevos contratos para construir más proyectos de almacenamiento eléctrico en aquel país, como uno para instalar sus techos solares Powerwall en 50.000 viviendas. Y por otra parte está el beneficio a su marca, ya que han podido mostrar su músculo para tratar de posicionarse como una empresa fiable en estas situaciones, lo que a su vez puede servirle de cara a otros proyectos futuros.