Los rumores de un nuevo MacBook Air más barato vuelven a cobrar fuerza; sin embargo, aún tardará en llegar.
A principios de año dos rumores apuntaron hacia un nuevo camino para Apple; uno en el que pueda ofrecer productos relativamente baratos, o al menos de menor coste que su oferta habitual.
El primero de estos rumores se hizo realidad: el nuevo iPad 2018 es un modelo que usa hardware ya conocido; pero con algunas de las novedades y mejoras implementadas en los últimos modelos, como el Apple Pencil. Y todo ello, por un precio mucho menor de lo que estamos acostumbrados.
El segundo de los rumores es un nuevo MacBook, también con un precio de partida inferior. Y todo apunta a que, en efecto, también se hará realidad.
De hecho, inicialmente los planes eran presentarlo en el WWDC 2018, la conferencia de desarrolladores en la que Apple suele presentar sus planes para el año; eso supondría un anuncio el 4 de junio.
Sin embargo, el medio taiwanés Digitimes afirma que Apple ha tenido que retrasar la producción del nuevo MacBook Air. Los suministradores de partes han sido informados por Apple de que la producción se retrasará hasta la segunda mitad del año; por lo tanto, el inicio de la producción no sería antes de junio.
Demasiado tarde para una presentación en el WWDC. Pero suficiente para ser lanzado en octubre, justo a tiempo para la vital campaña navideña.
No está claro cuáles son los motivos del retraso. Pero lo que es evidente es que este será un modelo muy importante para Apple. Para empezar, un Macbook Air barato sería otra pieza importante en su apuesta por la educación; la compañía es consciente de que las tablets no lo son todo en este sector. Sería una buena oportunidad para celebrar el décimo aniversario del primer MacBook Air, y todo lo que supuso para el mercado.
Pero sobre todo, este sería un competidor directo de los Chromebook; si bien no por precio, que seguiría siendo muy superior pese a ser el MacBook más barato. El éxito de los Chromebook en el sector educativo y entre usuarios que no piden mucho a sus portátiles ha atraído a una Apple que quiere expandirse más allá de sus sectores tradicionales.