ZTE y su complicada situación ante las sanciones de EEUU: "esto afectará severamente nuestra supervivencia y desarrollo"
Tuvieron que pasar cuatro días para que ZTE emitiera un comunicado ante la nueva sanción impuesta por Estados Unidos, la cual prohibe a cualquier compañía estadounidense exportar o vender componentes a ZTE por los próximos siete años. Esto significa un duro golpe para la compañía china que a partir de ahora no podrá usar procesadores Qualcomm, tecnología de Dolby e incluso podría perder la posibilidad de usar Android en sus smartphones.
Como era de esperarse, ZTE no está de acuerdo con la sanción, crítica la medida y asegura que es un peligro para la supervivencia de la compañía, la cual utiliza el 30% de componentes de origen estadounidense en sus dispositivos. Asimismo, mencionan que tratarán, por todos los medios legales, de apelar a dicha sanción y así poder continuar con sus operaciones. Algo que no se ve nada sencillo.
Después de que el pasado lunes el Departamento de Comercio de los Estados Unidos (DOC) anunciará la prohibición a las exportaciones estadounidenses hacia ZTE, esto como parte de una nueva sanción hacia el fabricante chino, ZTE tuvo que suspender sus operaciones en la bolsa ante la caída que se estaba presentando. De igual forma, la entrega de resultados financieros, que originalmente estaba programada para este jueves, tuvo que ser cancelada hasta nuevo aviso.
ZTE explica en su comunicado, que esta medida es injusta y amenaza con romper con su cadena de suministro. Además, dicen que es inaceptable que se imponga esta sanción cuando el BIS (Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de EEUU) aún no termina con sus investigaciones. "Esta sanción no sólo afectará severamente la supervivencia y el desarrollo de ZTE, sino que también causará daños a todos los socios de ZTE, incluido un gran número de empresas de los EEUU".
Un funcionario del DOC mencionó que la posibilidad de que Estados Unidos levante esta prohibición es casi imposible, ya que se trata de la ampliación de un proceso que inició en 2016. Aquella vez se sancionó a ZTE por vender tecnología estadounidense a Irán y Corea del Norte, por lo que tuvieron que pagar 1.200 millones de dólares.
Como parte del acuerdo, ZTE se comprometió a despedir a cuatro altos ejecutivos y sancionar a otros 35 empleados por haber participado en estas acciones "ilegales", pero ZTE no cumplió con una parte de este acuerdo, por lo que Estados Unidos emitió esta nueva sanción por falsedad de declaraciones.
El punto es que cuando el DOC emitió el primer fallo, ZTE tuvo la oportunidad de apelar. Aquí aún no está claro si en esta nueva sanción la compañía tendrá una nueva oportunidad, ya que al final se trata del mismo proceso. Por otro lado, la apelación se tendría que presentar ante el BIS, que es quien emitió la prohibición. En resumen, ZTE lo tiene muy complicado.
Más allá de la falta de ZTE, estas medidas obedecen a las actuales acciones de la administración de Trump en contra de China, donde se busca limitar la participación del país asiático en diversas operaciones estadounidenses, ya sea por medio de incrementos en los aranceles, o como en este caso, a través de prohibiciones y sanciones.
Se trata de una guerra comercial y ZTE cuenta con el respaldo de su país y otras compañías, ya que este tipo de medidas están provocando un extraño, y nunca antes visto, sentimiento patriótico en China. Por ejemplo, compañías como Alibaba o Baidu están pidiendo al gobierno un apoyo para el desarrollo de la industria de chips, así como de otros componentes electrónicos con lo que buscan eliminar la dependencia de ciertas tecnologías estadounidenses.
El apoyo de los ciudadano chinos para ZTE ha llegado a redes sociales e incluso se ve en las calles, donde incluso algunos restaurantes están ofreciendo comida gratuita a los empleados de ZTE. De hecho, Hou Weigui, el fundador de ZTE y quien actualmente tiene 76 años, fue visto en el aeropuerto acompañado de altos ejecutivos, quienes lo acompañarán a las reuniones que tendrá en Estados Unidos. Pues el aeropuerto estaba lleno de personas con pancartas donde se leían diversos mensajes de apoyo.
Mientras todo esto sucede, China ya está planeando instaurar un nuevo organismo que sería el responsable de apoyar a sus compañías en el extranjero, el cual también buscaría implementar directrices nacionales sobre la supervisión corporativa. Lo que ayudaría en casos como el de ZTE.