Una polémica más en el modelo de negocio de empresas como Google, que hacen negocio con los datos de las personas que hacen uso de sus servicios. Ya que la empresa está siendo investigada en la actualidad en Australia. Ya que al parecer, incluso cuando están en modo avión, los teléfonos Android son capaces de recopilar información del usuario y enviarla. Algo que no se sabe cómo es posible.
Además, esta acción se lleva a cabo sin el consentimiento explícito del usuario de dicho teléfono Android. Por eso, la Comisión de Comptencia y Consumo Australiana está llevando a cabo esta investigación a Google. Ya que se ha acusado a la empresa de espiar a los ciudadanos.
Al parecer, estas acusaciones hacia Google provienen de expertos de Oracle, que tiene en la actualidad algunos problemas con Google por temas de copywritght. Fueron ellos los que han interceptado, copiado y descifrado los datos que un teléfono Android recopila y envía a los servidores de forma habitual.
También cuando ninguno de los servicios de la empresa estén activos, aparte del sistema operativo. Al cabo de un mes, se recopilan 1 gigabyte de datos de Android en segundo plano. Esta información es procesada a continuación y se vende para crear anuncios más targetizados y personalizados.
Con esta venta de datos, se estima que Google obtendría entre 445 y 580 millones de dólares al mes, sólo de los ciudadanos en Australia. Por lo que los beneficios son realmente gigantes por parte de la empresa. De forma que se está investigando a la empresa. Porque incluso aunque se tenga el modo avión activado, este envío de datos no cesa en ningún momento.
Desde Google o Android no han querido reaccionar, aunque en Australia se muestran positivos con estos datos. Ya que les ayuda a saber más sobre la forma en la que empresas del sector obtienen estos beneficios. De momento no se sabe cuánto durará esta investigación o el resultado de la misma. Seguramente conoceremos más datos en los próximos meses.
