Snapchat mantiene en secreto la fecha de lanzamiento de su plataforma para desarrolladores, pero su existencia es ya vox pópuli. Snapkit, que así se llama el prototipo, parece querer seguir los pasos de Instagram o Facebook y sus respectivas plataformas para desarrolladores. La idea es que nuevas aplicaciones incorporen el acceso rápido para iniciar sesión a través de Snapchat, un atajo ampliamente extendido con otras aplicaciones.
Snapchat ha sido tradicionalmente reticente a permitir el trabajo con terceros desarrolladores por miedo a brechas en su seguridad
Snapkit incorporará, además, la posibilidad de que los Bitmojis se expandan y colonicen otras plataformas de la misma manera que ha sucedido con los stickers o los GIF.
Snap Inc., la compañía de la que depende la aplicación, pretende también que los desarrolladores se fijen en el servicio de cámara de Snapchat, que incorpora realidad virtual.
El momento no puede ser más oportuno: muchas empresas comienzan a dudar de la capacidad de Facebook de gestionar eficazmente la seguridad de los datos de los usuarios. Los futuros negocios que incorporen el atajo rápido para iniciar sesión con Facebook podrán elegir también incluir el de Snapchat.
La principal baza con la que juega Snapchat es simple y a la vez efectiva; Snapchat no almacena apenas información del usuario comparando con lo que Facebook sabe de cada uno de sus 2.000 millones de usuarios. En un periodo de desconfianza absoluta, esto puede entenderse como un extra en la seguridad.
Sin embargo, este es también un nuevo giro en la estrategia de Snapchat. Durante años, la actitud de la compañía ha sido de desconfianza hacia los desarrolladores externos, que ya en 2014 causaron brechas de seguridad importantes.
El lanzamiento de Snapkit supondrá, además, que la app cambie sus políticas de uso, donde aún se puede leer que ninguna aplicación de terceros podrá interactuar con el servicio o con los datos personales contenidos en él.
Snapkit puede suponer también el despegue definitivo de los Bitmojis, uno de los sellos más identificativos de Snapchat que de momento Instagram no ha podido copiar. Facebook está trabajando en sus propios avatares, pero si Snapchat es capaz de expandir los suyos antes, quizá sea una de las pocas batallas ganadas a la compañía de Zuckerberg.