Los procesadores de escritorio de Intel mantenían una división bastante clara entre los Core i5 y los Core i7, que no solo eran más potentes: también ofrecían soporte para el Hyper-Threading, lo que significa que por cada núcleo de proceso teníamos soporte para dos hilos de ejecución.
Esa opción desaparecerá pronto de esa familia, y ni los Core i5 ni los Core i7 contarán con Hyper-Threading. En lugar de eso Intel reservará dicha tecnología para los futuros Intel Core i9. No todo son malas noticias, porque los Core i7 llegarán a tener hasta 8 núcleos de proceso.
Esta decisión no ha sido aún confirmada oficialmente por Intel. Los datos provienen de la base de datos de SiSoft Sandra, donde han aparecido los resultados de las pruebas de rendimiento del inminente Intel Core i7-9700K.
Este procesador cuenta con nada menos que 8 núcleos de proceso (hasta ahora el máximo eran 6), pero en esas pruebas parece quedar patente que no hay soporte para Hyper-Threading. Esos núcleos tienen una frecuencia base de 3,6 GHz, pero con Turbo pueden llegar a 4,9 GHz. Se espera que tengan un precio de unos 350 dólares, que es el mismo en el que se sitúan los Core i7 más potentes en la actualidad.
¿Qué pasa entonces con Hyper-Threading? No desaparece, y de hecho será la nueva opción diferencial de los Core i9. El primero de esos modelos con Hyper-Threading será el Core i9-9900K, que tendrá 8 núcleos de proceso y 16 hilos de ejecución, y que podrá llegar con Turbo a los 5,0 GHz, aunque su precio también subirá sensiblemente hasta los 450 dólares según las estimaciones.
Aunque algunos podrían criticar la decisión de Intel, la medida tiene cierto sentido. Pocos escenarios son capaces de aprovechar al máximo tantos hilos de proceso, y lo cierto es que contar con un sistema con el Core i7-9700K con 8 núcleos será perfecto para muchos otros ámbitos en los que los 8 hilos de proceso serán más que suficientes (juegos incluidos).
Para aquellos que trabajen con herramientas muy optimizadas para el multi-hilo (como renderizado 3D, por ejemplo), el Core i9-9900K y sus sucesores tendrán ventaja frente a las mayores frecuencia de reloj de los modelos Core i5 e i7 sin Hyper-Threading.
Es cierto que este movimiento de Intel parece demostrar que la empresa parece estar quedándose sin margen de maniobra a la hora de diferenciar sus chips: las frecuencias de reloj no suben ya demasiado, y hace tiempo que la apuesta es más a la eficiencia que a la potencia.
Queda por ver, por supuesto, si Intel es capaz de dar el salto por fin a los 10 nm, una tecnología de fabricación que se le está resistiendo más de lo que muchos desearíamos.