La arquitectura Zen amplía su alcance. AMD la presentó con los Ryzen 2, Threadripper 2 y los procesadores Ryzen con gráficos Vega integrados. Sin embargo había aún dos segmentos en los que esta tecnología no había llegado a soluciones de AMD.
Eso es lo que soluciona hoy este fabricante con la presentación de los AMD Athlon Pro, orientados a PCs modestos pero interesantes en precio/prestaciones, y sobre todo los Ryzen Pro, que permiten configurar equipos de sobremesa más exigentes.
Siguiendo la línea de sus Ryzen 5 2400G, ahora AMD ha querido reducir la barrera de acceso a este tipo de soluciones en las que une una buena CPU con unos gráficos integrados que son mucho más ambiciosos de lo normal.
Esas son las características destacadas de los nuevos Athlon 200GE (Socket AM4), que cuentan con una CPU con dos núcleos Zen de 14 nm y 4 hilos de proceso, una frecuencia de trabajo de 3,2 GHz y, atención, la GPU integrada Radeon Vega 3. Su eficiencia energética es también destacable, y cuenta con un TDP de 35 W.
Este procesador es una buena opción para equipos de gama de entrada pero con prestaciones decentes tanto en tareas de propósito general como en juegos. En AMD aseguran que es un 67% más potente en gráficos (3DMark 2011) que los Intel Pentium G4560 con los que compite.
Eso sí, no gana la batalla en rendimiento general (es un 3% más lento en Cinebench R15) y lo que sí que es notable es su eficiencia, el doble que la de ese micro de Intel. Su precio parte de los 55 dólares, y estará disponible a lo largo de este mes de septiembre.
El siguiente peldaño de ese catálogo lo cubren los nuevos Athlon Pro con gráficos Rdeon Vega, que permiten ir un paso más allá que los Athlon 200GE pero que están por debajo en prestaciones a los Ryzen Pro 3 y 5 que vimos lanzados hace unos meses.
Es ahí donde estos nuevos AMD Athlon Pro 200GE tratarán de ofrecer una buena relación precio/prestaciones. Se trata de CPUs con 2 núcleos y 4 hilos de ejecución y la misma GPU integrada Radeon Vega 3 con 3 CUs. La frecuencia de trabajo es de 3,2 GHz (no hay modo "Max Boost"), y su consumo es de nuevo una de sus ventajas gracias a su TDP de 35 W.
Tanto en estos micros como en los Ryzen Pro AMD ha querido hacer un particular esfuerzo en el ámbito de la seguridad con su tecnología GuardMI, que cuenta con una red de sensores para mantener el procesador siempre bien refrigerado, además de ofrecer protección contra amenazas durante el proceso de arranque, soporte TPM 2.0 y también detección en tiempo real de posibles intrusiones.
En AMD contaban con las familias Ryzen Pro 3 y 5 que se lanzaron en mayo de 2018, pero ahora quieren plantear nuevas soluciones que complementen esas propuestas.
Por debajo de esos Ryzen Pro 5 (como los Pro 2400G) tenemos los recién presentados y citados Athlon Pro 200GE, pero justo por encima nos encontramos con los nuevos Ryzen Pro 7, que llegan en tres variantes: Ryzen Pro 2700X, Pro 2700 y Pro 2600, siguiendo la línea de la nomenclatura de la familia Ryzen 2.
Estos micros permiten contar con 6 u 8 núcleos (12 o 16 hilos de ejecución) a frecuencias que van desde los 3,9 GHz por núcleo de los Pro 2600 a los 4,1 GHz de los Pro 2700X. El consumo está marcado por un TDP de 65 W para los modelos Pro 2600 y Pro 2700, y de 95 W para los modelos más ambiciosos, los Pro 2700X.
La integración de la arquitectura Zen permite ganar hasta un 16% de potencia frente a la primera generación de Ryzen Pro 7, mientras que las pruebas internas de AMD al compararlo con un Core i7 8700 revelan que son entre un 11% y un 18% más rápidos en codificación multimedia, edición de vídeo y renderizado 3D.
No tenemos precios o disponibilidad de estas dos últimas familias de micros, pero actualizaremos esta información en cuanto AMD comunique estos datos.