Hace un par de años, más o menos por estas mismas fechas, la compañía asiática se vio obligada a retirar del mercado el Galaxy Note 7, un terminal con unas prestaciones y diseño fantásticos pero que tenían un pequeño gran problema: explotaban. Pero la compañía asiática no solo dejó de vender este modelo, sino que además retiró todas las unidades que hasta el momento se habían vendido.
Unos meses después, la compañía presentó un informe en el que afirmaba que el problema se debió al diseño de la batería, un diseño que permitía que las láminas que separan los líquidos que se encuentran en el interior, se rompieran con facilidad y provocara las explosiones. Desde la fecha la compañía ha hecho mucho hincapié en este apartado, pero parece que la historia se repite.
Nueva York ha sido la única ciudad que de momento, ha presentado el primer y único caso de explosión de un Galaxy Note 9, un sucedo que probablemente provocará un hilo de noticias similares al respecto por todo el mundo, y sino, al tiempo. Diange Chung, un agente de la propiedad inmobiliaria, notó como su flamante Galaxy Note 9 comenzaba a calentarse en exceso. Para tratar de que este se enfriará, dejó de utilizarlo y lo colocó en su bolso de viaje, mientras bajada a la planta baja de un edificio en Bayside.
Fue entonces cuando su bolso comenzó a echar humo. En ese momento, soltó el bolso en el ascensor y comenzó a pulsar los botones de alarma del ascensor, mientras todo el habitáculo se llenaba de humo. Según podemos leer en The New Post, la mujer llegó al vestíbulo dándole patadas al terminal, hasta que finalmente alguien le tiró un cubo de agua.
Samsung afirma que está investigando el asunto, y tan pronto como sepa el motivo de la explosión lo hará público. La compañía no quiere que se vuelvan a repetir los problemas que tuvo con el Note 7, unos problemas que finalmente no afectaron a los números de la compañía, pero que si se repiten, pondrían en una mala situación a la compañía de cara a sus usuarios, no exclusivamente los de la gama Note.