Los precios desorbitados de la luz no son casualidad: la CNMC abre expediente a Gas Natural y Endesa en plena batalla energética
El mercado energético español cada vez se parece más a una pelea de bandas callejeras. Tras años de polémicas, legislaciones absurdas, reformas que no llegan y precios disparatados, la situación es cada vez más insostenible y parece que está a punto de estallar. Algo que, sinceramente, nadie sabe si es buena noticia o no.
Porque el último movimiento de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, abrir expediente a Gas Natural y a Endesa por una posible manipulación del precio de la energía, es sólo el último paso en una escalada política, administrativa y judicial en la que uno siempre tiene la sensación de que lo que menos importa es el consumidor final.
No sé si recordáis que los precios de la energía se dispararon el año pasado hasta llegar a cotas históricas. Ahora sabemos que la CNMC cree que no fue casualidad. Ni mucho menos. Según Competencia, todo apunta a que hubo una manipulación por parte de las grandes eléctricas. Es decir, Gas Natural y Endesa supuestamente maniobraron para para colar la producción de determinadas centrales (especialmente de gas) a los precios más elevados posibles.
La respuesta de Gas Natural no se ha hecho esperar: "lo que llama la CNMC manipulación, es, en realidad, libertad de mercado". Es decir, sencillamente, negocio. No se quedan ahí: explica que llevan años pidiendo a Competencia que investigue el mal funcionamiento del mercado y siempre han obtenido la callada por respuesta.
Llevan razón en que si la administración no es capaz de diseñar un sistema capaz de equilibrar precios bajos con cierta rentabilidad de las empresas, no tiene demasiada legitimidad al pedirles que no jueguen con las reglas que ella misma les ha dado. El problema es que ni la cuestión es tan simple, ni se trata de una batalla aislada.
Esta guerra está siendo muy larga: En los últimos meses, las autoridades españolas y europeas vigilan de cerca el mercado de gas ante las dudas de manipulación; por otro lado, Gas Natural ha demandado al Estado por haber favorecido a las renovables y pide 400 millones. Mientras tanto, la misma CNMC acaba de recurrir al Tribunal Supremo por el recorte de funciones que les aplicó el gobierno en la última reforma.
A eso tenemos que sumarle también una pugna soterrada entre empresas. Mientras Gas Natural tiene una posición destacada en el sector de la energía producida por gas, Iberdrola lo tiene en la hidroeléctrica. Es decir, las estrategias de ambas empresas están más vinculadas de lo que parece y, como podéis imaginar, el tablero por más liberalizado que esté, dista mucho de la competencia perfecta.