Varios reportes de bugs en el tracker oficial de Ubuntu en Launchpad están contando cómo se corrompe la BIOS del equipo luego de instalar Ubuntu 17.10 en algunas portátiles Lenovo, incluyendo la linea Yoga.
Canonical está al tanto de la situación y un representante de la empresa ha dicho que se están tomando el asunto muy seriamente y están trabajando con Lenovo para encontrar la causa exacta de este problema. Mientras tanto, si querías probar la distro en tu ordenador o tener dual-boot, es mejor que esperes.
Algunos de los afectados han reportado cosas como que la BIOS de sus portátiles ya no guarda los ajustes, como el orden o el dispositivo de arranque. Otros que los ajustes se restablecen luego de un reinicio, o que ya no se puede arrancar desde un dispositivo USB, incluso hay quienes reportan que no pueden salir siquiera de la BIOS.
La lista de portátiles donde se ha confirmado el bug hasta ahora es la siguiente:
Y para coronar, también se ha reportado en una Acer Aspire E5-771G.
Se trata sin duda de un fallo bastante grave y que por supuesto no tiene precisamente contentos a los desafortunados que han experimentado los problemas. Algunos se han quedado básicamente con un pisapapeles en lugar de un ordenador solo por querer instalar la última versión de Ubuntu.
Si bien la BIOS del ordenador puede ser reinstalada, es un asunto sensible y no es un proceso con el que la mayoría de la gente esté familiarizada, ni tampoco es especialmente sencillo.
Las últimas imágenes de Ubuntu 17.10 serán actualizadas con una nueva versión del kernel de Linux que debería evitar que el mismo problema ocurra en nuevas instalaciones, pero no arreglará el problema en las portátiles Lenovo que ya han sido afectadas.
Por ahora solo hay esta solución en la página de soporte de Lenovo para intentar resolver el problema de forma temporal.