La pesadilla que surgió tras descubrirse que la gran mayoría de los procesadores cuentan con un fallo de diseño, ha llevado a Intel a enfrentarse a una serie de acusaciones provocadas por dos severos problemas de seguridad conocidos como Spectre y Meltdown.
Como era de esperarse, los consumidores y hasta algunos de los accionistas de la misma Intel han emprendido acciones legales en contra de la compañía, alegando acciones y/u omisiones ante el fallo de los procesadores y los riesgos potenciales de Spectre y Meltdown. Y a día de hoy, ya suma 32 demandas.
De las 32 demandas, 30 pertenecen a acciones colectivas de usuarios que afirman que su seguridad está en riesgo, no sólo por el fallo sino por las mismas "soluciones" que ha implementado Intel para tratar de disminuir los riesgos, las cuales han afectado el rendimiento de los dispositivos.
Las otras demandas provienen por parte de un grupo de accionistas, quienes alegan que Intel contaba con información privilegiada acerca de esta vulnerabilidad, que no se informó en su momento ni cumplieron con sus obligaciones para controlar los daños. Además, reclaman que algunos ejecutivos de la compañía dieron declaraciones sobre sus productos y controles internos que posteriormente resultaron ser falsas.
Intel está consciente de que esto iba a ocurrir, e incluso sabían que algunos parches podrían ralentizar los dispositivos afectados, por lo que los consumidores tenían derecho a reclamar. Ante tal escenario, Intel ya ha salido a declarar que hasta este momento le es imposible calcular los daños y pérdidas potenciales derivadas de estas demandas.
Por otro lado, hay un tema pendiente que se sigue investigando y no tiene nada contentos a los inversores y accionistas, que es el de la venta de 889.879 acciones por parte del CEO Brian Krzanich. Dicha operación fue realizada el 29 de noviembre y, según la información, surgió de un acuerdo negociado el 30 de octubre, lo que le dio ganancias por 39 millones de dólares. Todo esto antes de que se hiciera público el fallo.
Ahora mismo, se está buscando que la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) abra una investigación para examinar dicha transacción, ya que algunos aseguran que Krzanich ya sabía de la vulnerabilidad. De hecho, la misma Google asegura que informó a Intel acerca de Spectre el 1 de junio de 2017, mientras que Meltdown fue descubierto el 28 de julio de ese mismo año. En caso de que esto se compruebe y sea cierto, el CEO de Intel podría enfrentar severos cargos y ser condenado a pagar una multa millonaria.