Frente a las previsiones más catastrofistas que conocimos durante el inicio de la crisis de los procesadores, las soluciones contra Meltdown y Spectre han mostrado un impacto en el rendimiento menor del esperado en su mayoría. En el caso particular de Linux, según las estimaciones que van apareciendo, la posible merma en el desempeño general se ha visto neutralizada por las capacidades que posee el recientemente lanzado Linux 4.15.
Greg Kroah-Hartman, peso pesado del desarrollo del núcleo y responsable de su rama estable, ha comentado esta semana en una publicación de Google+ una comparación de rendimiento de dos versiones recientes del kernel: la última, la 4.15, y la 4.11, presentada el 30 de abril de 2017.
Según estos datos, sin el aislamiento de tablas de páginas del núcleo conocido como KPTI y antes como KAISER, el cual protege a los procesadores Intel, Linux 4.15 es entre un 7 y un 9 % más rápido que Linux 4.11. Con el aislamiento en funcionamiento, la versión 4.15 es entre un 1 y un 2 % más lenta que 4.11. El aumento del rendimiento en el kernel sin parchear, por tanto, ha minimizado un impacto más notable de las soluciones implementadas y eso es una buena noticia para el mantenedor de la rama estable.
Así que, en general, estamos de vuelta donde empezamos. Lo que me hace sentir bien, los cambios recientes de Meltdown resultan no ser realmente un gran problema en general.
Kroah-Hartman, sin embargo, reconoce que los desarrolladores que trabajaron duramente por conseguir el aumento en el desempeño del núcleo durante el año pasado "podrían no estar del todo felices", pero asegura que estas cifras deberían ayudar a poner fin a los informes pesimistas sobre las posibles ralentizaciones.
En las pruebas relizadas en enero en Phoronix, sitio de referencia en comparativas de Linux, se apreciban de igual manera estas mínimas pérdidas de rendimiento de Linux 4.15 frente a más de una decena de versiones. "Al menos en varios de los benchmarks del mundo real, el rendimiento de Linux 4.15 afortunadamente no se encuentra en los niveles más bajos que hemos visto con los lanzamientos del kernel de los últimos tres años", explicaba su autor, Michael Larabel.