El 35,54% de los españoles encuestados por el instituto Sondea admite haber mirado el móvil de algún conocido sin su permiso. El estudio, encargado por una conocida empresa de alarmas, arroja que los principales objetivos del "espionaje" son las parejas, con más del 20% de los encuestados seguidos de hijos y amigos con algo más de un 10% y un casi un 5% respectivamente.
Uno de cada tres españoles ha cotilleado el móvil de sus allegados en alguna ocasión
Quizá por eso mismo casi el 75% de los españoles tiene su móvil protegido por algún tipo de contraseña; ya sea patrón de desbloqueo, contraseña numérica o, en algunos casos, reconocimiento facial o dactilar. De hecho, el 18,39% de los encuestados asegura que tienen contenido comprometido en el móvil.
A pesar del temor a que ojeen el móvil, el 62% de los encuestados prefieren guardar sus fotos, mensajes y documentos de manera local en sus dispositivos, lo que permite que cualquiera con malas intenciones pueda echarles el guante. El 32%, en cambio, prefiere el almacenamiento en la nube, que lejos de ser infalible, quizá otorgue algo más de seguridad ante los ojos curiosos.
El 15% de la gente que ha participado en el estudio se quedaría con un móvil en caso de encontrárselo. En cambio, el 85% decidió responder de manera más honrada, asegurando que intentarían devolverlo a su dueño y, en caso de no encontrarlo, lo llevarían a una comisaría.
Los números encajan más o menos con la gente que ha sufrido un robo de un teléfono móvil, que se sitúa en un 11,73%. Las pérdidas accidentales han dado quebraderos de cabeza al 10% de los españoles.
Estos datos son muy reveladores. El móvil se ha convertido en una extensión de nuestra vidas, y no solo guardamos en ellos conversaciones y fotografías. Las aplicaciones de fintech están a la orden del día, y el extravío de un teléfono o dejarlo al alcance de las manos equivocadas, puede suponer un enorme quebradero de cabeza.
