Google está comenzando a expandir el programa piloto Rolling Study Halls con la que pretende reducir la "brecha de los deberes", que afectan a estudiantes con bajos ingresos, sobre todo, los pertenecientes a entornos rurales y lugares remotos, con escasas posibilidades de disponer de conexión a Internet de banda ancha en las casas, y teniendo en cuenta el aumento de los deberes que profesores ponen a sus alumnos, los cuales se necesita conexión a Internet para llevarlos a cabo.
La expansión de esta iniciativa llega después de estar varios años en Carolina del Norte y Carolina del Sur, beneficiándose ahora a "miles de estudiantes" pertenecientes a 16 nuevos distritos escolares repartidos en 12 estados de los Estados Unidos. La idea busca aprovechar el tiempo que tienen que invertir de ir desde sus casas a sus colegios y a la inversa, llegando casos donde se llega a invertir más de hora y media por trayecto.
En este sentido, Google pone a disposición de estos estudiantes de conexiones WiFi y Chromebooks en sus autobuses escolares, dotándolos igualmente de cámaras que pueda posibilitar la monitorización remota en tiempo real por parte de los centros educativos a los que pertenecen.
Además de las herramientas tecnológicas, básicamente routers WiFi, planes de datos, y dispositivos Chromebooks, Google también incluye a un "educador a bordo" para asistir a aquellos estudiantes que en cualquier momento dado necesiten ayuda de algún tipo.
Se trata de una iniciativa de Google llevada a cabo en colaboración Consortium for School Networking (CoSN) con el que trata de salvar las barreras de acceso a aquellos estudiantes con escasas posibilidades de disponer de conexión a Internet suficiente para llevar a cabo sus tareas, y además, deben enfrentarse a largos tiempos de recorridos de trayectos.