Tras el escándalo de seguridad que ha protagonizado Facebook en las últimas semanas, se conoce hoy otra noticia respecto a la privacidad en las redes sociales que llama la atención no ya porque las aplicaciones compartan datos personales de los usuarios con terceros, sino por la "alegría" con la que los propios usuarios la proporcionan.
La aplicación reconoce en sus condiciones de uso la cesión de datos a terceros
Una organización sin ánimo de lucro de Noruega, SINTEF, ha puesto esta tarde en el ojo del huracán a la aplicación para ligar Grindr, orientada al público homosexual, que tiene casi 4 millones de usuarios en todo el mundo y que es la app social en la que sus usuarios pasan más tiempo al mes conectados, por encima de Facebook o Instagram.
Uno de los investigadores de este organismo, Antoine Pultier, ha declarado al portal BuzzFeed que Grindr comparte con otras compañías la información que recopila de sus usuarios, entre otras, su estado del VIH y cuándo fue la última vez que se hicieron la prueba.
Pultier ha comprobado cómo en la información que Grindr proporciona a terceros se vuelcan todos los datos que los propios usuarios incluyen en sus perfiles. Para realizar su investigación, Pultier accedió a los datos que dos compañías (Apptimize y Localytics) recibían de parte de la app social orientada al público gay.
En el fondo, no hay mayor escándalo, puesto que Grindr anuncia claramente en sus condiciones de uso que "su información privada proporcionada se hará pública en caso de hacerse público su perfil". Es decir, que están avisados. El problema es que la mayor parte de ellos no habrá leído las condiciones de uso y las habrá aceptado sin más.
Por tanto, Grindr puede compartir con otras empresas, incluidos sus anunciantes, todos los datos que consignen en sus perfiles: tanto la geolocalización (dónde se encuentran en un determinado momento), como si tienen una relación en la actualidad, su edad o sus gustos sexuales.
Son los propios usuarios los que deciden proporcionar esa información. Otra cosa es que sean conscientes o no de que esos datos puedan llegar a conocimiento de terceros, puesto que no se han leído las condiciones de uso.
Por su parte, Grindr ha salido al paso de las acusaciones señalando que compartir datos con otras plataformas "de gran prestigio es una práctica estándar en el ecosistema de aplicaciones móviles".