La RGPD, la nueva normativa europea, pide a todas las empresas que vuelvan a preguntar a sus usuarios si aceptan los términos y condiciones. Además, muchas de ellas han tenido que hacer cambios en estos términos y condiciones. Entre ellas está WhatsApp. La aplicación de mensajería permite a los usuarios descargar los datos que tienen almacenados sobre ellos. Además, ahora tienen que confirmar que tienen 16 años.
Se trata de una nueva medida con la que la aplicación busca cumplir con las reglas europeas. Por eso, WhatsApp tiene que hacer que los usuarios confirmen que tienen 16 años. Es la edad mínima para poder usar la popular aplicación en su teléfono.
Esto es debido porque a partir del 25 de mayo, la edad mínima para usar aplicaciones como WhatsApp pasa de los 13 a los 16 años. Por eso, se espera que los usuarios que no cumplan con la edad mínima no puedan usarla. El problema es que el control que la aplicación introduce es inútil.
Ya que simplemente se introduce una casilla en la que se pide confirmar si el usuario tiene 16 años o más de edad. No hay más controles. Así que realmente cualquier persona puede pinchar en la casilla y decir que tienen esta edad. Aunque no sea cierto. Un control inútil.
Queda claro que WhatsApp ha introducido este control en sus nuevos términos y condiciones porque la nueva normativa europea así lo pide. Pero la realidad es que no tiene el más mínimo sentido. Ya que todo el mundo va a pulsar en la casilla y así poder seguir usando la aplicación.
Los únicos que podrán hacer algo en estos casos son los padres de estos menores de 16 años. Ellos sí podrán hacer que sus hijos no tengan acceso a WhatsApp. Pero controles como el que la aplicación ha introducido no van a suponer ningún cambio en los datos demográficos de la aplicación.