Amazon no solo quiere venderte lechugas y tomates, aparte de electrónica y libros; también quiere dedicarse a la seguridad y vigilancia gubernamental. Y es que, aunque probablemente no lo supieras, tiene un servicio de reconocimiento facial, y este sistema está comenzando a ser utilizado por la policía de varios países para cazar delincuentes. Y se está generando la polémica.
Se trata de Amazon Rekognition, un software capaz de identificar todo aquello que vea en una imagen. Tú simplemente le das una fotografía o un vídeo, y detecta no solo a las personas y objetos que salen en él, sino también actividades que estén teniendo lugar, escenas o el texto que aparezca en el documento.
Del mismo modo, también puede usarse para comparar caras y, por lo tanto, para reconocer a personas. Incluso puede catalogar personas según vayan apareciendo en la imagen. Y también se puede, por lo tanto, hacer un seguimiento de una persona a través de una red de cámaras lo suficientemente grande como para no perderla de vista. Y por esto mismo es por lo que las asociaciones pro derechos están solicitando que los cuerpos de policía que actualmente usan este sistema dejen de hacerlo.
Este software está orientado a la vigilancia gubernamental, como es el caso de los cuerpos policiales. Y, asegura la firma, acabará por constituir un uso común entre los cuerpos de seguridad.
Los cuerpos de policía que actualmente se conocen que están usando Amazon Rekognition son por el momento la policía de los condados de Washington y de Orlando, ambos en Estados Unidos. Pero no es la primera policía que lo hace: en China y en Gales del Sur era sobradamente conocido que estaban usando sistemas de este tipo. Es algo que cada vez estamos viendo más, y que no debería tardar muchos años más en llegar a España.
La policía de Gales del Sur, por ejemplo, lo está usando en grandes eventos, como la pasada final de la Champions, para buscar posibles delincuentes entre todas las caras presentes en estos eventos. China ha demostrado que funciona muy bien, sobre todo cuando salió a la luz que capturó a un delincuente buscado por delitos económicos entre una multitud de 60 000 personas que se hallaban en un concierto.
El dilema es el mismo de siempre: estas herramientas pueden usarse para violar los derechos de las personas, y es por ello que está generando muchísima polémica.