Instagram elimina grupos de usuarios que intercambiaban seguidores y se daban “me gustas”

Instagram Arroba

Con el cambio de algoritmo en Instagram, muchas publicaciones dejaron de llegar a la audiencia y los usuarios vieron cómo sus interacciones caían en picado junto con su notoriedad.

Muchos "influencers" se agruparon en lo que se conoce como "pods", grupos formados por un gran número de usuarios con el objetivo común de avisar a la hora a la que se publicaba una nueva fotografía para contar con el "me gusta" de todo el grupo, así como asegurarse de que la publicación recibía las suficientes interacciones como para seguir siendo visible al resto de seguidores.

El problema es que esta premeditación incumple la política de uso de Instagram y de Facebook.

En España existen también grupos con miles de usuarios que se dedican a alimentar publicaciones de forma artificial

Facebook albergaba hasta hace poco incontables grupos de cientos de miles de miembros en donde los usuarios se ponían de acuerdo para burlar al algoritmo. Recientemente Instagram hizo por fin algo de caso a los usuarios que clamaban la vuelta del algoritmo cronológico e implementó algunas medidas que hacen que ahora los usuarios puedan ver más imágenes o vídeos en función de la hora de publicación.

Los grupos eliminados de la red social tenían nombres esclarecedores, como "Instagram Like and Comment", o "Intercambio de Seguidores en Instagram". En su mayoría las cuentas implicadas pertenecen a los sectores que más movimiento aglutinan en la plataforma: el fitness y la belleza.

Muchos de los grupos de Facebook se dividían a su vez en distintos chats de Telegram o de Instagram, en donde los usuarios deben publicar el enlace de su última fotografía, y así conseguir automáticamente subir seguidores, likes y comentarios.

En España también podemos encontrar grupos de este estilo con más de 42.000 miembros activos. La popularidad de una publicación determina si aparece o no en la pestaña Explorar de Instagram, fomentando que llegue a potenciales nuevos seguidores.

De este modo se puede comprobar que el sistema de la red social de premiar la popularidad ha desembocado en un complejo engranaje de trampas y asociaciones que no muestran ni un ápice de veracidad.

El usuario de Instagram puede dudar perfectamente de si la imagen que está viendo pertenece a un "influencer" de verdad o uno creado artificialmente por los "pods", que no obstante sigue recibiendo atención de algunas marcas.

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