Vero pasó de ser una red social prácticamente desconocida a estar bajo los focos de todo Internet. A pesar de llevar existiendo más de tres años, su base de usuarios era de apenas 150.000 personas. Hasta que ocurrió el boom. A través del boca a boca y la publicidad obtenida por parte de sectores nicho -como tatuadores, cosplayers, maquilladores o grupos de música- Vero alcanzó los cuatro millones de usuarios en febrero de este año.
La promesa de un contenido libre de cualquier algoritmo (que ha sido el escollo de creadores de contenidos en diversas redes sociales) y la capacidad de clasificar contactos con un sistema novedoso basado en el grado de cercanía, atrajo a los usuarios. No en vano, Vero fue la aplicación más descargada en febrero en AppStore y Google Play.
Para Vero, y para su creador, el billonario libanés, Ayman Hariri, el éxito llegó en menos en una única semana. Con los usuarios multiplicados por cuarenta, Hariri extendió la promoción de Vero de que el primer millón de usuarios podría usar gratuitamente la plataforma de por vida, y hasta el momento, sigue siendo gratuita.
Y es que esa era una de las claves de Vero. Una suscripción de pago se añadirá en algún momento de la vida de Vero que, apoyada por la inmensa fortuna de Hariri, hará que la plataforma esté libre de anuncios. Los servidores de Vero colapsaron ante el tráfico, y actualmente están siendo reparados y ampliados, por lo que se estima que el servicio de suscripción se podrá implementar cuando estos problemas estén solventados.
Pero la supernova en la que se convirtió Vero en febrero parece que mengua en intensidad. Desde luego, ya no está en la cabecera de todos los titulares de Internet, y de ser Top1 de descargas, pasó a estar fuera de las 100 aplicaciones más descargadas en poco más de un mes. Aún así, la red social de Hariri sigue trabajando, aunque no reciba, ni de lejos, la atención de los pasados meses.
Por ejemplo, Vero ha lanzado la iniciativa "Donate Now", que brinda a los usuarios la capacidad de donar a la caridad con un solo click. La función permite escoger la campaña a la que se quiera contribuir y donar dinero mediante ApplePay o tarjeta de crédito. De momento, las organizaciones a las que se puede donar son: amFAR, una fundación contra el SIDA, la Fundación Americana de Prevención del Suicidio, y la fundación de ayuda a niños con cáncer de Reino Unido.
Pero las nuevas funciones y actualizaciones no parecen tener el éxito deseado, y Vero cada vez se hunde más en la situación en la que estaba antes de su salto a la fama en febrero.
El propio Hariri ha reconocido las dificultades a las que se enfrentan. Una de ellas, es que su equipo está esparcido por diversos países, lo que supone un reto, sobre todo a la hora de comunicarse y coordinarse. El modelo de financiación es otro de los posibles obstáculos, ya que por el momento, la fortuna de Hariri -que ha invertido una cantidad no revelada en el proyecto- es lo que mantiene Vero a flote.
Los problemas técnicos, como la sobrecarga de los servidores y la lentitud de la aplicación, supusieron una caída en picado de las descargas. Tampoco gustaron la interfaz, calificada de poco intuitiva por multitud de reviews, ni la política de privacidad ambigua. Otro problema es la aparente dificultad de darse de baja en la plataforma.
El sector de las redes sociales tiene unos jugadores titánicos y muy definidos y plantar cara para abrirse un hueco es realmente difícil. Facebook, Instagram, Snapchat…cuentan con una base de usuarios varios órdenes de magnitud superior a Vero, que a pesar de su repentino éxito, parece que no ha terminado de conectar con los usuarios.