La privacidad se ha revelado este 2018 como una de las cuestiones más importantes para los usuarios de redes sociales. Sin prestar demasiada atención hacia dónde y para qué se usaban nuestros datos, lo cierto es que las injerencias rusas en Facebook, el escándalo de Cambridge Analytica o la entrada en vigor de la GDPR en la Unión Europea ha levantado un súbito interés por controlar nuestra información.
13 clics frente a 4: Facebook lo pone difícil para eliminar datos pero no para compartirlos
Un estudio del Consejo de Consumo de Noruega revela ahora por qué hay tanta información personal vertida en las redes sociales incluso aunque un usuario sea extremadamente cuidadoso con ello.
Esta investigación desgrana el modo en que grandes compañías como Facebook o Google aprietan las tuercas a los usuarios de modo que las elecciones que tomen dejen un rastro, afectando de forma negativa a su privacidad.
El estudio viene precedido por la masiva agitación que la GDPR supuso para este tipo de compañías. Sabiendo ahora más que nunca que si algo es gratuito es porque el usuario es el producto, las redes sociales han levantado un imperio gracias a la venta de datos de sus usuarios.
De este modo, los investigadores comprueban cómo, aun estando dentro de los límites de la nueva normativa, Facebook y Google emplean "oscuras técnicas, patrones y herramientas" de la interfaz y diseño que manipulan al usuario.
Por ejemplo: ambas compañías tienen desactivados por defecto los controles de seguridad más estrictos, de forma que si un usuario no acude a propósito a su Configuración no sabrá que existía un modo de protegerse.
Por otro lado, y en el caso de Facebook, se hace notar cómo para desactivar algo hay que dar, de media, 13 clics, mientras que para activarlo solo hacen falta cuatro.
Otro instrumento de control y persuasión llega cuando un usuario desactiva algo. Ambas compañías proceden a relatar lo que, a partir de ahora, el usuario no podrá hacer: de este modo, se asusta al usuario con las consecuencias de abandonar la herramienta.
Microsoft también es analizado en el estudio, aunque en comparación recibe mejor puntuación que Facebook o Google. Los investigadores señalan que un elemento decisivo es que Microsoft ya tiene por clientes a los usuarios, mientras que para Google y Facebook, cada dato puede suponer un negocio.