Google ha creado un sistema de Inteligencia Artificial que sabe cuándo una persona va a morir, y su predicción es más certera que la de médicos humanos.
La tecnología de Inteligencia Artificial tiene grandes aplicaciones en la medicina, como una ayuda a los médicos que podría salvar vidas. No nos engañemos, un robot no podrá diagnosticarnos, recetarnos algo y enviarnos para casa, al menos no en el futuro cercano; pero sí que puede ser usado por profesionales de la salud de verdad para acertar mejor en sus diagnósticos.
La última aplicación de Google en este campo es una demostración de esto. Se trata de un sistema de Inteligencia Artificial entrenado para analizar el historial médico de una persona para determinar su salud con precisión.
El sistema es capaz de sacar a la luz detalles que tal vez se habrían pasado por alto; y en base a eso, es capaz de predecir cómo progresará el paciente, incluso pronosticando cuándo será su muerte. Evidentemente, sólo en caso de que realmente estemos en peligro de muerte por una enfermedad u otra complicación.
Lo importante es que la IA es capaz de hacer esta predicción con más precisión que los doctores humanos. En los experimentos se dieron casos que demuestran cómo puede servir para salvar vidas. Como el caso de una mujer que fue al hospital con pulmones encharchados; fue tratada por dos médicos, recibió un escáner radiológico y se registraron sus señales vitales.
Se llegó a la conclusión de que sólo tenía un 9,3% de posibilidades de que muriese durante su estancia en el hospital. Sin embargo, la IA de Google fue más pesimista, y usando los 175.639 puntos de referencia que había recopilado, llegó a la conclusión de que tenía un riesgo de muerte del 19,9% durante esta estancia. La mujer murió en unos días.
Este caso es sólo un ejemplo, pero ha servido para dar confianza a los trabajadores de Google detrás del proyecto; el uso de sus redes neuronales para obtener e interpretar datos podría suponer una gran diferencia para el trato de los pacientes. El sistema es capaz de saber cuánto tiempo estarán en el hospital, las posibilidades de que tengan que ser readmitidos y de que mueran durante su estancia.
La clave no está sólo en hacer mejores predicciones, sino en tener mejores datos. El sistema no se conforma sólo con lo obtenido durante la consulta: los más de 175.000 puntos de referencia nombrados antes vienen de detalles como notas en archivos PDF o incluso garabatos que puedan apuntar a ciertos síntomas.
La IA de Google ya demostró ser mejor diagnosticando el cáncer, y este avance supone que Google está más cerca de ofrecer una serie de herramientas a clínicas y hospitales para predecir síntomas y enfermedades.