La cuestión de la privacidad se ha vuelto más problemática para Facebook a medida que avanzan los meses de este 2018. La seguridad de los datos de los usuarios no está garantizada en la plataforma, que después de haber reconocido errores como los de Cambridge Analytica, ha propuesto nuevas medidas de transparencia.
Sin embargo, sus últimos pasos, descubiertos gracias al registro de una nueva patente, dejan claro que Facebook sigue intentando hacerse con toda la información posible de una persona, incluso de forma involuntaria.
Calidad del sueño, desviaciones en la rutina o predecir una muerte: las patentes de Facebook quieren hacerse con toda la información posible del usuario
Las patentes que registra la compañía buscan, de una manera u otra, detectar la expresión facial de una persona para saber si una publicación aburre o despierta algún interés, y modificar la cronología del usuario en consecuencia. Este registro tiene que ser público desde 2012, año en el que la compañía salió a bolsa. Desde entonces, Facebook ha registrado miles de patentes que, según la propia empresa, no tienen por qué ser usadas nunca.
De hecho, y para tranquilizar a cualquiera que decida conocer los registros de Facebook, la vicepresidenta de la compañía Allen Lo recalcó al New York Times que gran parte de esa tecnología jamás acabará cristalizando en productos reales.
Facebook alega también que el registro de patentes es simplemente una forma de aventurar hacia dónde irá la tecnología en los próximos años. Si este tipo de herramientas se ponen de moda en un futuro cercano, el usuario dependerá aún más de que las grandes compañías guarden a buen recaudo tanto flujo de información.
Otras de las patentes inquietantes de Facebook demuestran el interés por conocerlo absolutamente todo de un usuario: usar el micrófono del móvil para escuchar qué serie o programa de televisión estamos viendo, predecir si el usuario contraerá matrimonio pronto, su nivel socioeconómico, la duración y calidad del sueño, de qué marcas y políticos se habla más con los amigos, incluso propone un método que acierte la fecha de la muerte de los amigos de un usuario.
La patente que predice el futuro, de hecho, plantea también conocer en qué momento tendremos un hijo, basándose en el tipo de publicaciones, mensajes, la localización de un usuario o la información de la tarjeta de crédito. La patente que busca conocer nuestra rutina nos avisará si detecta un súbito cambio en ella, que podría indicar alguna enfermedad.
Conociendo el interés por recoger tanta información de sus usuarios, queda claro cuál es el objetivo final de la compañía, más allá de que llegue o no a poner en funcionamiento cualquiera de estos sistemas: el 99% del beneficio de Facebook continúa llegando a través de la publicidad. Los usuarios que no se sientan cómodos con la idea de una gran compañía almacenando sus datos, que cada vez son más, quizá deban plantearse el cerrar su cuenta.