YouTube ha anunciado esta semana, en el marco de la conferencia VidCon, varias novedades dirigidas a los creadores con una audiencia media.
De entrada, la plataforma permite a partir de ahora que los creadores graben un vídeo y que puedan emitirlo a la vez que realizan una conexión en directo, dentro de la función Premieres. De este modo, se genera contenido suficiente como para que los usuarios hagan preguntas, el autor las responda, y el vídeo editado se autoreproduzca para dinamizar el streaming.
Los creadores con más de 100.000 suscripciones podrán crear una línea de merchandising que venderán debajo de los vídeos
Premieres también permite que las herramientas que estaban destinadas exclusivamente a los vídeos en directo, como los super chats -donde los fans pagan una cantidad para que sus comentarios aparezcan destacados y siempre en primeros puestos- queden ahora disponibles para los vídeos que se graben y se emitan junto a los streamings.
Por otro lado, la plataforma de vídeo está rediseñando su función de mecenazgo, pasando de YouTube Sponsorships a Channel Memberships, algo así como canales de miembros. Los creadores pueden renombrar su propio canal de fans y cobrar a cada uno unos cinco dólares por unirse al club, eso sí, siempre y cuando estén por encima de los 100.000 suscriptores.
Las funciones premium que aparecen en este tipo de canales cerrados son, por ejemplo, distintos emojis para los vídeos en directo, así como otras funciones exclusivas que proponga el creador.
Patreon, la plataforma de mecenazgo que ha ayudado a mantenerse a muchos youtubers, funciona de la misma manera. Una de las intenciones más claras de YouTube al promover el sistema de canales de fans es la de desterrar el uso de Patreon de la plataforma.
Otro sistema de monetización bastante curioso es que YouTube propone una línea de merchandising del creador y sus elementos más reconocidos. De este modo, la plataforma permite que el youtuber venda camisetas, tazas o pulseras debajo del vídeo. Eso sí, serán los usuarios que cuenten con más de 100.000 suscripciones.
Todas estas novedades están, de momento, en versión beta, así que solo podrán usarlas unos cuantos creadores que forman parte de la prueba. No obstante, parece que YouTube ha atendido por fin las quejas de los usuarios que veían cómo el nuevo algoritmo afectaba negativamente en sus ingresos por vídeo.
