Dicen, quienes las han visto, que son silenciosas y se ven y se mueven como aves reales, sin embargo, no son aves, sino drones equipados con tecnología que ayudaría en tareas de monitorización. Pues de acuerdo a la información, China los ha estado utilizando para vigilar a sus ciudadanos desde hace algunos meses.
Según el South China Morning Post, más de 30 agencias militares y gubernamentales han desplegado estos drones con forma de ave en al menos cinco provincias de China en los últimos meses. Con pruebas realizadas desde hace algunos años.
De acuerdo a la información, este programa de aves robóticas es conocido bajo el nombre clave de 'Dove' y es dirigido por Song Bi Feng, profesor de la Universidad Politécnica Northwestern en Xian, provincia de Shaanxi. Bi Feng había sido anteriormente el científico responsable del programa J-20 Stealth Jet, lo que lo hizo acreedor a un reconociendo por parte del Ejército Popular de Liberación.
Según Yang Wenqing, profesor asociado de la Escuela de Aeronáutica de Northwestern y miembro del equipo de Bi Feng, confirmó el uso de esta tecnología aunque aclaró que estaba siendo usada a pequeña escala. "Creemos que esta tecnología tiene buen potencial para su uso a gran escala en el futuro. Cuenta con ventajas únicas para satisfacer la demanda de drones en los sectores militares y civiles".
La ventaja de estos drones con forma de ave, es que no usan alas fijas o palas conectadas a un rotor, sino que usan unas alas flexibles que imitan casi de forma perfecta el aleteo de un pájaro, lo que hace posible que puedan elevarse, descender y girar en el aire.
Según las personas cercanas al proyecto, estos drones serían capaces de replicar el 90% de los movimientos de una paloma real. Además, debido a que son muy silenciosos, son difíciles de detectar ya sea por humanos, otros animales e incluso algunos radares.
Se dice que antes de entrar en operación, realizaron casi 2.000 vuelos de prueba, donde los resultados habrían sido satisfactorios a pesar de tratarse de un proyecto en sus primeras etapas de desarrollo. De hecho, aseguran que este mercado de drones de vigilancia podría tener un valor que superaría los 1.500 millones de dólares, tan sólo en China.
Según explican, cada ave robótica tiene un peso de apenas 200 gramos, mide 50 centímetros de largo, puede volar a una velocidad de hasta 40 km/h y su autonomía es de máximo 30 minutos.
Cada una de estas aves contaría con una cámara de alta definición, con la capacidad de tomar vídeo o fotografías, una antena GPS, sistema de control de vuelo y conexión satelital para enviar la información en tiempo real.
A pesar de estos avances, estas aves parece que no son perfectas, ya que no serían capaces de viajar largas distancias, no mantendrían el rumbo ante fuertes vientos y tampoco pueden volar en condiciones meteorológicas adversas, como nieve o lluvia.
Pero el punto más importante, y que ya buscarían resolver, es que no cuenta con sensores anticolisiones, lo que las hace propensas a estrellarse con cualquier objeto u otra ave.
Según sus responsables, ya están trabajando para añadir plumas para brindarle un aspecto aún más real, así como un sistema de inteligencia artificial, lo que ayudaría a realizar vuelos más complejos, seguimientos a personas especificas e incluso a "tomar desiciones independientes en pleno vuelo".
La idea de drones con aspecto de aves no es nueva, ya hemos visto desde hace algunos años proyectos desarrollados en Estados Unidos, Holanda, Alemania y hasta en la misma China. Sin embargo, ninguno de estos intentos ha dejado de ser un proyecto de investigación, por lo que el caso de China, ahora con este programa 'Dove', sería el primero de este tipo en el mundo.