Bryan Lunduke es sumamente famoso entre la comunidad Linux por varias razones, pero la principal sin duda es su serie de vídeos llamados "Linux Apesta". La primera vez que Lunduke dio una de estas charlas fue por allá en 2009 y desde entonces lo ha repetido casi todos los años.
Usualmente las charlas comienzan exponiendo todas las razones por las que Linux, pues, apesta. Pero suelen terminar en un tono positivo explicando las razones por las que también es genial. La edición 2018 de 'Linux Apesta' que acaba de ser publicada desde el Patreon de Bryan, ha sido bautizada "Linux Sucks Forever", y a diferencia de otras, esta tiene un final más deprimente.
Muchas cosas han cambiado en comparación con la primera vez que Bryan hizo un 'Linux apesta' y se pasó una hora quejándose de que no había videojuegos para Linux. Las cosas son totalmente diferentes ahora, quienes crecieron usando Linux en los 90 no tenían algo como Steam.
Cuando alguien dice en 2018 que Linux apesta porque no tiene juegos, es simplemente un tonto, porque no es verdad. Y ahora menos, Lunduke filmó esto en abril de 2018, antes de que supiésemos de Proton, y los nuevos juegos de Windows emulados en Linux gracias Steam Play.
Lunduke cuenta cosas como que conoce a un contador que hace TODO su trabajo en aplicaciones web y a pesar de eso dice que no puede trabajar con Linux. Lo que no tiene nada de sentido, está totalmente equivocado.
Otros argumentos estúpidos pasan por el clásico "Linux no es fácil de usar", y aunque hay distros que sí son difíciles de usar, la gran mayoría no lo son. Solo hay que empezar por Ubuntu y la lista es enorme.
Que el soporte de hardware es malo, quizás hace 10 años pasabas 30 minutos quejándose de los controladores del WiFi, hoy eso es muy raro que pase.
Las cosas que apestan en Linux también han cambiado, y antes de entrar de lleno en ellas, Lunduke avisa que se preparen para deprimirse, y ya entenderán por qué. La primera razón sin duda dará de que hablar: Microsoft.
Bryan empieza hablando del pasado, cita a Ballmer hace años cuando decía que Linux era un cáncer, explica cómo Microsoft llegó a reclamar que Linux violó 253 de sus patentes y que ellos merecían regalías, es decir, que cualquier empresa que usara Linux debería pagarles, y demandaron a compañías como Tom-Tom por no hacerlo.
Eso causó que muchas empresas como Novell (los creadores de SUSE) entraran en acuerdos de protección de patentes con Microsoft para evitar demandas. Era algo común hace unos 8 o 10 años, pero todavía pasa. Bryan se toma un tiempo para citar en detalle la conocida estrategia de Microsoft: "Embrace, Extend, Extinguish"; la misma que se ha citado hasta el cansancio como depredadora y que hizo que muchos rechazaran la comprar de GitHub por parte de Microsoft y se mudaran a otros servicios.
"Adoptar, extender, extinguir" hace referencia a cómo la empresa primero abraza estándares o tecnologías de otras empresas, luego extiende sus propias tecnologías propietarias sobre ellas, y al final termina fagocitando el producto y haciéndolo menos accesible a quienes contribuyeron a su existencia en primer lugar.
Vivimos en un mundo donde Microsoft ahora perfila parte del futuro de Linux, y se han comprado un puesto en la Linux Fundation con un nuevo CEO (Satya Nadella) que se la pasa diciendo que Microsoft ahora ama el open source y a Linux, Lunduke es un escéptico de las intenciones de Microsoft, y no es el único.
Por último menciona el nuevo sistema operativo basado en Linux que la empresa anunció hace poco para el Internet de las cosas, uno que requiere Visual Studio para poder programar para él. ¿Ya están viendo por donde viene la cosa?
Es una locura pensar que Microsoft pueda extinguir Linux, es software libre y open source. Pero Lunduke se atreve a llamar a esto una "extinción suave". Cree que Microsoft está tomando pasos para corroer lentamente los esfuerzos de la comunidad.
Cree que mientras más invierte Microsoft en Linux, tanto en ingeniería como económicamente, más va causando pequeñas heridas, pequeñitas, pero que se van acumulando, y que tarde o temprano va a tener un impacto en el mundo del open source.
Esto son apenas los primeros 20 minutos de la charla de Bryan, aún se toma 30 minutos más para explicar otras cosas por las que Linux apesta actualmente, y ninguna es probablemente las que se esperaría la mayoría de la gente. Pero tienen algo en común, una transformación más corporativa y más alejada de la comunidad, incluyendo los ridículos precios de las conferencias a los que un individuo sin patrocinio de una empresa, jamás podría ir.
Sin duda un tema para reflexionar. Puedes mirar el vídeo desde este enlace, o descargar una versión con solo el audio en formato MP3.
