Microsoft estaba desarrollando unas gafas de realidad virtual para Xbox, pero archivó el proyecto según CNET
En junio nos enterábamos de que la realidad virtual no iba a tener un hueco, de momento, en la Xbox. Uno de los directivos de Microsoft, en una entrevista, explicaba que no tenían planes específicos en relación con sus consolas y nuevos campos como la realidad virtual o mixta.
Lo que no decía este trabajador de Redmond es que, al parecer, sí habían tenido planes en el pasado. Concretamente, y según asegura CNET, preparaban unas gafas de realidad virtual que en un momento dado se quedaron en un cajón. El desarrollo se detuvo, quedándose los planes en suspenso, hasta que apareciera una tecnología mejor.
El movimiento de Microsoft conocido hace dos meses sorprendió porque, aparentemente, la Xbox One X fue construida con estas tecnologías en mente y su gran rival, Sony, sí apostó decididamente por PlayStation VR. Aunque, por supuesto, no cerrasen la puerta a RV o la RM.
Según explica la información publicada en las últimas horas, citando personas familiarizadas con el asunto, Microsoft estuvo cortejando a diversos socios durante los últimos años para crear juegos destinados a un headset de realidad virtual de la Xbox. Las especificaciones del dispositivo, desconocidas por ahora, se asegura que se consideraban buenas, aunque no tanto como las de las Oculus Rift o las HTC Vive.
Sin embargo, todo cambió a principios de este año cuando desde Redmond se dijo a sus socios que los planes de unas gafas de realidad virtual para Xbox iban a quedar en suspenso. De acuerdo con dos personas familiarizadas con las intenciones de Microsoft, la compañía prefería esperar a nuevas tecnologías más prometedoras.
La noticia destaca la tecnología inalámbrica como uno de los detalles que había provocado la detención del desarrollo. Los actuales dispositivos de realidad virtual dependen de largos cables para funcionar adecuadamente y los adaptadores inalámbricos, que ofrecen una mejor experiencia de uso sin temer por una conexión física a la consola, llegan a costar casi tanto como las propias gafas. Además, el mercado de la realidad virtual todavía no es masivo.