El gobierno dejó caducar el dominio de la Comisión Nacional de la Competencia, ahora habla de bragas y management "trucho"

Antigua Web de la Comisión Nacional de la Competencia en 2018

Te levantas con la idea de ir a unas oficinas de la administración pública. Conoces la dirección porque has estado allí con anterioridad, así que la cosa parece fácil. Sin embargo, al llegar a tu destino, tus ojos no pueden creer lo que ven: en las antiguas oficinas se encuentra ahora un gran escaparate repleto de lencería femenina

Y, en los paneles laterales, se alzan discretamente libros con títulos tan llamativos como "¿Cuál es el secreto para ser tenido en cuenta en Linkedin?", "Negocios legítimos de productos poco éticos" o "Te enseñamos las claves para encontrar un trabajo". Suena extraño, ¿verdad? Pero esto que parecería tan raro en la calle, ha ocurrido en el mundo online.

Para entender cómo una administración pública llega a esta situación, es necesario echar la vista atrás. En el año 2007, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) comienza a funcionar como una institución encargada de garantizar y promover la existencia de una competencia efectiva en el en el ámbito nacional, y, para difundir su actividad, crean su página web.

En el año 2013, en plena crisis económica, la CNC se disuelve como ente autónomo para integrarse en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), donde también están la Comisión Nacional de Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional del Sector Postal, el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales y el Comité de Regulación Ferroviaria y Aeroportuaria.

Este nuevo ente público nace con la idea de garantizar, preservar y promover el correcto funcionamiento, la transparencia y la existencia de una competencia efectiva en todos los mercados y sectores productivos en beneficio de los consumidores y usuarios.

Y es justo esta desaparición como ente autónomo la clave para entender cómo es posible que el dominio quede libre y a expensas de que cualquiera coloque el contenido que quiera en él. En plena crisis económica y, tras varias medidas conflictivas como bajadas salariales a funcionarios o la congelación de las pensiones, la política de austeridad del Gobierno (liderado primero por el PSOE y después por el PP) está muy presente en las administraciones públicas.

Fuentes consultadas en la CNMC confirman que es éste el principal motivo por el que se decide no renovar el dominio: "en un país golpeado por la crisis económica y los recortes, no es justificable mantener una página web de una institución que ha dejado de existir como ente independiente". Esta decisión no fue, sin embargo, fácil, ya que había que elegir entre la posibilidad de dañar la imagen de la nueva institución o ser consecuentes con las medidas tomadas en beneficio de todos los ciudadanos.

Tras un periodo transitorio, en el que la antigua URL redirige a la nueva entidad, el dominio queda liberado y, en mayo de 2017 es adquirido por un nuevo titular, que cambió por completo el rumbo de la página y su contenido. En www.cncompetencia.es destaca ahora una portada repleta de tangas de encaje que ilustran un artículo sobre el negocio de la compraventa de bragas usadas.

Redirección de la web antigua a la nueva

Pero, ¿cuál es la motivación para utilizar un antiguo dominio para lanzar contenidos no relacionados? Según Javier Gosende, consultor SEO, "a nivel de posicionamiento natural en buscadores, un dominio antiguo puede tener cierta ventaja sobre un dominio registrado por primera vez, ya que uno de los factores que toma en cuenta Google es la autoridad del dominio: es decir, la cantidad de páginas que enlazan a una web. Cuantos más enlaces externos apunten a un dominio, mejores resultados tendrá en los buscadores.

El truco está en buscar y encontrar dominios con buena autoridad y que estén libres. Eso ocurre cuando el dueño del dominio decide no renovar el registro de dominio y lo abandona. Para encontrar estos dominios de valor expirados existen diferentes tácticas y herramientas que nos facilitan el trabajo. Algunos SEO nos dedicamos a buscar dominios expirados con buena autoridad para montar algún proyecto propio y monetizarlo con publicidad o afiliación."

Desde la CNMC apuntan también a que esta situación se ha podido dar por el poco respeto que siente la ciudadanía española por las instituciones. Es decir, sugieren que independientemente de que el dominio hubiera quedado libre, en otros países no habría sido comprado y utilizado para estos fines ya que la ciudadanía tiende a tener un mayor respeto por las administraciones públicas.

Este desprestigio al que aluden desde la CNMC viene apoyado por las cifras del Centro de Investigaciones Sociológicas que, desde hace 8 años, viene registrando niveles bajos de confianza en las instituciones públicas , lo que ha minado la credibilidad hacia ellas.

Según la ICANN, Internet Corporation for Assigned Names and Numbers antes del vencimiento los registradores deben notificar, por lo menos dos veces, al titular del dominio esta fecha de vencimiento. Uno de estos avisos debe enviarse aproximadamente un mes antes del vencimiento y el otro debe ser enviado aproximadamente una semana antes del vencimiento. Cuando un dominio no ha sido renovado, pasa por diferentes etapas antes de que pueda ser comprado de nuevo libremente.

Y es que la compraventa de dominios de internet es todo un negocio. Whisky.com se vendió en 2014 por 3,1 millones de dólares, toys.com fue comprado por ToysRUs en 2009 por 5,1 millones de dólares. Y, si nos queremos escandalizar por completo, el ranking lo encabeza carinsurance.com, que en 2010 costó la friolera de 49,7 millones de dólares.

En 1999, Microsoft olvidó renovar el nombre de dominio Passport.com. Este descuido provocó que su servicio de Hotmail dejara de funcionar parcialmente. Un programador, Michael Chaney, pagó 35 dólares y entregó la propiedad a Microsoft. En 2013, el olvido se volvería a repetir. Microsoft olvidaba renovar hotmail.co.uk. En esas circunstancias, el portavoz de Nominet, empresa que gestionaba el dominio co.uk, aprovechaba para "recordar a las empresas y sus agentes que es su responsabilidad renovar sus dominios".

Otro caso mucho más moderno es el de Foursquare, que en 2010 estuvo temporalmente "inactivo" por olvidarse de renovar el dominio. Afortunadamente, salvo una desconexión temporal del servicio, el asunto no trajo muchas más consecuencias.

El gigante Google tampoco se salva. El 29 de septiembre de 2015, Sanmay Ved, ex trabajador de la compañía, compró el dominio Google.com. Sanmay estaba buceando por Google Domains y vio que Google.com, el dominio con mayor tráfico del mundo, estaba libre y decidió comprarlo. La alegría le duró un minuto, que fue el tiempo que tardó Google en hacerle una oferta y recuperar el dominio.

Concurso Fundorado - Heinz

Más controvertido y similar al de la CNMC fue el caso de Heinz. Entre 2012 y 2014, la marca llevó a cabo su concurso Fundorado, en el que los usuarios participaban a través de una URL proporcionada por un código QR. Al finalizar el concurso, Heinz no renovó el dominio y, cuando en 2015 un hombre utilizó el código, se encontró que la URL de la marca de ketchup le llevaba a un website de pornografía..

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