Hace unos 73.000 años, en el Paleolítico, un ser humano tuvo la genial idea de trazar unas líneas sobre una lasca de roca, decorándola con un esquema que solo un ser consciente podría diseñar. Escondida en la cueva de Blombos, en el sur de África, un pedazo de piedra ha descansado durante milenios hasta que un equipo de arqueólogos ha dado con ella.
Estamos ante la misma piedra: la que constituye por el momento el ejemplar más antiguo de arte pintado por nuestra especie conocido. Este hallazgo supera los dibujos paleolíticos encontrados hasta la fecha por decenas de miles de años. Y probablemente era parte de un dibujo más grande.
Según explican en la nota de prensa, cuando el equipo se topó con la lasca de roca se dieron cuenta de que era algo completamente distinto a lo observado con anterioridad en la cueva. El pedazo tenía líneas alrededor, en sus bordes, y cruzando el cuerpo de la pieza. Pero, ¿por qué?
¿Acaso eran líneas propias de la matriz de la piedra? ¿O era algo más? Tras miles de años aguardando, este tipo de detalles son bastante más complejos de dilucidar de lo que parece. Así que tomaron la muestra y comenzaron su análisis en la Universidad de Burdeos.
Bajo la atenta mirada del microscopio, el equipo investigador consiguió determinar la buena nueva: las líneas no pertenecían a la roca, sino que estaban pintadas encima. Para asegurarse, la muestra tuvo que ser sometida a otra serie de pruebas, como la microscopía electrónica o la espectroscopia RAMAN, unas técnicas complejas que permitieron determinar, sin lugar a dudas, que las líneas eran pintadas.
Los dibujos se hicieron con una barra de arcilla de color ocre, con una punta de entre 1 y 3 milímetros de grosor
Tras esta confirmación, los investigadores trataron de reproducir la pintura. La hipótesis a la que han llegado indica que el los dibujos se hicieron con un crayón, una barra de arcilla seguramente, de color ocre, con una punta de entre 1 y 3 milímetros de grosor.
Además, la terminación abrupta de las líneas en el borde de la escama también sugiere que el patrón original se extendía sobre una superficie más grande, y puede haber sido más complejo en su totalidad. No se ha encontrado la otra parte, así que por el momento no se sabe si el dibujo era más extenso, lo que hace difícil obtener más información sobre su significado.
Los restos encontrados en Blombos, datados por varias técnicas, están allí desde hace 73.000 años y los restos encontrados pertenecen a nuestra especie. Esto supone que el trozo de roca sería la muestra de dibujo pintado por un Homo sapiens más antigua del mundo.
Las pinturas rupestres realizadas por los Homo sapiens más antiguas que se conocían hasta ahora, según afirma el descubrimiento, tienen cerca de 40.000 años de antigüedad. Estas se encuentran en la región franco-cantábrica o en las cuevas del distrito de Maros, en Indonesia. Este tipo de pinturas rupestres corresponden a plantillas de mano o formas geométricas simples.
Sin embargo, un reciente estudio situaba en 64.000 años los ejemplos más antiguos de arte rupestre de la península ibérica. Estos habrían sido realizados por neandertales en lugar de humanos modernos, cuya presencia no corresponde al lugar donde se encontraron.