Posiblemente, en alguna ocasión hayáis escuchado hablar sobre los términos dormir una aplicación o cerrar una aplicación en Android. En principio pueden parecer lo mismo, aunque hay algunas diferencias. Unas diferencias que debemos tener en cuenta, porque afectan también al funcionamiento del teléfono. Por eso, a continuación os vamos a contar más sobre estas dos acciones que podemos llevar a cabo con apps en el dispositivo.
Ya sea porque los vamos a usar, o simplemente por curiosidad, es bueno conocer lo que estos términos significan para nuestro teléfono Android. De modo que os contamos lo que son, además de los efectos que tienen en las aplicaciones y el dispositivo en general.
Cerrar una aplicación
Comenzamos con este término que no presenta demasiadas sorpresas para la mayoría de usuarios en Android. Lo que queremos decir cuando hablamos de cerrar una aplicación en Android, es que se ha matado el proceso, ya que en las líneas de comandos, lo más habitual es que al cerrar un proceso, la primera línea empiece con Kill. De hecho, el término matar proceso o una app se usa con bastante frecuencia, tanto con teléfonos como ordenadores.
Al cerrar una aplicación en Android, estamos llevando a cabo la eliminación de sus datos de la RAM. Como ya sabéis, en la RAM se almacenan las aplicaciones, para que se puedan ejecutar. El procesador del teléfono tiene que tener acceso a la información, y así se lleva a cabo este proceso. Por eso se almacena en un dispositivo de acceso rápido, que es la RAM en este caso.
La manera de cerrar o matar una aplicación es cuando vemos las aplicaciones recientes que hemos usado. En algunos teléfonos Android es manteniendo pulsado en la pantalla, o el botón inferior. La manera depende de cada modelo. De este modo accedemos al llamado centro de aplicaciones recientes. Allí podemos matar la aplicación, lo que supone que el proceso se elimina de la memoria RAM.
Al eliminarse de la RAM, este espacio queda libre, de manera que se puede usar otra aplicación. Esto es algo que podemos hacer sin problema, pero no se recomienda hacer en aplicaciones que usamos a menudo. Ya que al matar la app, cuando la queramos volver a abrir, se tiene que cargar de nuevo por completo. Esto no solo lleva más tiempo, sino que supone que Android va a tener que hacer un mayor esfuerzo, lo que supone un mayor consumo de energía.
También hay que tener en cuenta que es posible que cerremos una aplicación, pero que se siga ejecutando en segundo plano. Ocurre con algunas aplicaciones en Android, como por ejemplo Google Play. Podemos forzar su detención a través de los ajustes del teléfono, que es algo que podemos hacer con aquellas apps que den problemas. En algunos casos, se puede detectar una app maliciosa porque funciona en segundo plano de forma constante, que podemos reportar fácilmente o inhabilitarlas de forma sencilla.
Dormir una aplicación
En segundo lugar nos encontramos con el término dormir una aplicación, que es algo que no vemos con gran frecuencia en Android, de hecho, muchos teléfonos no traen esta función de forma nativa. Hay modelos que la tienen, como es el caso del Galaxy S9 y algunos pocos más. Aunque para aquellos usuarios que hagan root, es posiblemente un término familiar.
Cuando decimos que una aplicación está durmiendo o dormida, quiere decir que la app está pausada en memoria. De modo que no tiene ningún proceso activo ni nada en la misma, está almacenada congelada en la RAM. Esto supone que cuando volvamos a acceder a ella en nuestro teléfono Android, el sistema no va a tener que recargar todo en la RAM. Lo que hará será simplemente despertar el proceso.
Esto es algo que se puede usar en apps que usamos con frecuencia en el teléfono, ya que nos ayuda a ahorrar algo de batería. Ya que nos ahorramos el proceso de tener que cargar la app en la memoria, algo que cuesta más energía a Android. Por lo que si tenemos la función, puede ser interesante usarla.