Cómo borrar tu huella digital en las redes sociales

huella digital
Cada vez que seguimos a alguien en las redes sociales, lanzamos una reacción de Facebook, otorgamos un "me gusta" a una foto en Instagram o ponemos un comentario de agradecimiento a un servicio en TripAdvisor, estamos creando un sendero digital que lleva directamente a quien lo rastree hacia nuestra persona.

Eliminar por completo nuestro paso por Internet es difícil, pero podemos blindar nuestra información

Sin saberlo, nuestra huella digital es como un hilo del que se puede ir tirando hasta llegar a nuestros datos personales más comprometidos: dirección, teléfono, edad, o incluso algún momento embarazoso que no querríamos recordar y que alguien subió a las redes sociales.

La huella digital es una cuestión que cada vez preocupa más a la hora de encontrar un trabajo o solicitar una beca. Ahora que incluso los "trolls" son descubiertos con nombres y apellidos, saber cómo limpiar al máximo nuestro recorrido por Internet puede ser de gran ayuda.

Sabiendo que, de momento, ningún sistema es capaz de dejar nuestro contador a cero, sí hay estrategias que pueden seguirse para mejorar la imagen que damos en la red.

Un primer paso es blindar la configuración de Facebook. Por más que sepan nuestro nombre y apellidos y nos encuentren por la plataforma, si seleccionamos cuidadosamente la información que aparece como pública y como privada, la imagen que daremos estará bajo nuestro control. Hay que tener cuidado con la privacidad de las publicaciones; en Facebook se puede ir customizando una por una según publicamos, y también dejarla fijada en Configuración.

También en este apartado encontramos la opción de notificar antes cuándo se nos ha etiquetado en una fotografía para saber si queremos añadirla a nuestra biografía o no: es una alerta para revisar, una por una, todas nuestras etiquetas, y contactar con quien haya subido la foto para pedir que la borre si es ese el caso.

Borrar nuestra cuenta del resto de redes sociales que no usamos es el siguiente paso. Además, tratemos de limpiar al máximo nuestra huella digital o no, eliminar las cuentas que no abrimos puede también ser un gesto de seguridad que normalmente se pasa por alto. Si en ellas fuimos activos hace un tiempo, probablemente se almacenen datos comprometidos que es mejor no dejar a merced de algún hacker ocioso.

Lo mismo sucede con nuestro blog personal. Si allá por 2005 consideramos una gran idea volcar nuestros pensamientos en una de estas bitácoras, quizá sea mejor eliminarla por lo que pudiera pasar. Muchos permiten modificar la privacidad para que solo nosotros podamos ver el contenido de las publicaciones.

Y otra plataforma que almacena muchos pensamientos, quizá poco elaborados en ocasiones, es Twitter. Tras años y años de comentar galas de Eurovisión, elecciones generales y algún que otro escándalo viral, quizá queramos guardarnos las espaldas ante lo que se pudiera encontrar. Herramientas como TweeterDeleter o TweetEraser permiten eliminar el contenido filtrando por palabras o hashtags.

Con la tecnología de Blogger.