Actualmente el nivel de glucosa (azúcar) se mide mediante una aguja. Los pacientes con diabetes se pinchan en la punta del dedo para extraer una gota de sangre (es la cantidad que hace falta) y se miden con un sensor llamado glucómetro. Cuesta más dinero, evidentemente, porque hay elementos desechables y es muy incómodo, por lo que los diabéticos reclaman métodos más sencillos.
Los diabéticos no son capaces de producir insulina o no al menos eficientemente, por lo que deben administrársela regularmente para combatir con los altos niveles de azúcar. Es un problema muy serio que afecta a más de 400 millones de personas en el mundo y en España en torno a más de 6 millones de pacientes.
Las lentes de contacto (lentillas) con sensores de glucosa no son nuevas, pero han avanzado muchísimo. Desde hace más de cuatro años ya se hablaba de ellas, pero tenían ciertos problemas. Fueron inventadas por un grupo de investigadores surcoreanos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang, que son los mismos que ahora, años más tarde, han conseguido nuevos avances.
Pero no son los únicos, Google, entre otras compañías, tiene también su propio modelo de las lentillas para diabéticos, aunque sus avances no son tan modernos y la tecnología es más primitiva.
Esta nueva versión de la lentilla inteligente no distorsionala visión de sus usuarios, pues este era uno de los grandes problemas de las versiones anteriores, según la revista científica Science Advances, en la que ha sido publicado el paper de los avances de la investigación en esta nueva tecnología.
El nuevo prototipo es cómodo, blando y transparente
La lentilla recibe energía de manera inalámbrica e incorpora una serie de sensores que por supuesto no son apreciables por el usuario que las lleva. De este modo, se puede monitorear los niveles de glucosa sin que sea necesario pinchar al paciente y extraerle sangre. Este método no invasivo usaría las lágrimas para analizar el nivel de glucosa que contienen.
Ya no es solo que sea un método no invasivo, como decimos, sino que además el paciente no tiene que estar controlando sus niveles de glucosa de forma activa, sino de forma pasiva. Es decir, que las propias lentillas inteligentes estarán salvaguardando continuamente que el paciente tenga unos niveles de glucosa idóneos.
Las lentillas fueron probadas en un conejo durante 5 días y este no mostró irritación alguna
Si los niveles son demasiado altos, las lentillas lo notarán y avisarán al usuario mediante un LED. Si el LED está encendido, es que todo está yendo correctamente (los niveles están dentro del rango correcto); pero si está apagado, el usuario debe inyectarse insulina. Los investigadores también planean conectar la lentilla con una aplicación móvil, de modo que se conecten, incluso, a Internet.
A los "conejos de indias" en los que probaron las lentillas les modificaron los niveles de glucosa (se pueden bajar con insulina y hacer ascender, evidentemente, con azúcar) y gracias a ello pudieron comprobar que esta lentilla funciona correctamente, al menos en estos animales.