Según la revista científica Science, investigadores de la Universidad de Glasgow han dado a conocer un nuevo proceso de creación de pequeños reactores que pueden producir medicamentos, utilizando una impresora 3D de 2000 dólares. Un nuevo proceso que le permitiría a cualquier persona fabricar drogas (si, así como suena).
El proceso puede resultar simple cuando lo describimos, pero a los investigadores les llevó casi seis años lograr resultados. Usando la impresora 3D, el equipo construyó varios recipientes del tamaño de una botella de agua que pueden llevar a cabo cuatro reacciones químicas diferentes en doce pasos, incluido el filtro y la evaporación. Estas se convierten en fábricas de reacción en miniatura, lo que permite a los farmacéuticos o médicos crear medicamentos específicos al agregar solventes y reactivos en momentos específicos del proceso.
De acuerdo al artículo, los productos químicos pueden almacenarse en "cartuchos autocontenidos" que no requieren intervención del usuario. Solo bastaría con seguir una receta, como si de cocinar un plato se tratara.
Utilizando la técnica, los investigadores crearon el relajante muscular baclofeno, y también produjeron medicamentos anticonvulsivos y ulcerosos usando diferentes reactivos. El proceso podría extenderse para producir muchos otros tipos de medicamentos diferentes.
El proyecto es brillante pero todavía hay muchas cosas por resolver. No cualquier persona cuenta con los elementos (o ingredientes) necesarios para poder fabricar medicamentos. Además, sería necesario regular el uso de este invento para controlar la fabricación de drogas ilegales. No obstante, este dispositivo fue visto con buenos ojos por la comunidad científica, y en especial por el químico, ganador del Premio Nobel, Fraser Stoddart.
Vía – Engadget
