La Inteligencia Artificial ha vuelto a ganar a los abogados en leyes

LawGeex, una Inteligencia Artificial desarrollada en Israel, se ha enfrentado detectando riesgos en contratos laborales a 20 abogados estadounidenses con décadas de experiencia de trabajo en este campo y ha ganado, para sorpresa de estos últimos. El trabajo de revisar este tipo de contratos, que corresponde a un asesor legal, es tedioso, repetitivo, mundano y extenuante. En esencia, tiene las condiciones perfectas para convertirse en carne de automatización. Y así ha sido.

No es la primera vez que una Inteligencia Artificial vence a un abogado en su propio terreno (resolver cuestiones legales). Anteriormente, Case Crunch, una IA ganó con un porcentaje de acierto del 86,6% si el Defensor del Pueblo Financiero de Londres aceptarían ciertos reclamos o no, mientras que los abogados de carne y hueso acertaron con un porcentaje de 62,3%. Esto no quiere decir que la IA pueda sustituir a los abogados tradicionales, ni mucho menos (al menos por ahora), sino que es más bien un apoyo.

Noory Bechor, el abogado que ha creado esta Inteligencia Artificial, harto de que este tipo de trabajos ocupase el 80% de tiempo de su trabajo, creó junto con la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, la Facultad de Derecho de la Universidad de Duke y la Universidad del Sur de California esta herramienta provista de una red neuronal capaz de resumir un contrato en una hora y advertir de los posibles riesgos, trampas, cláusulas abusivas, omisiones y otros aspectos de importancia (lo que es leer la letra pequeña, básicamente).

Además, va más allá de la esfera intencional inicial de esta IA y también es capaz de revisar y sugerir cambios en políticas legales, asesorar sobre contratos laborales individuales, o editar y crear contratos siguiendo las políticas y el lenguaje de la empresa. Es ideal, por lo tanto, para aquellas compañías que busquen un asesor legal de bajo coste (aunque no sea físico) o para aquellas que necesiten mejorar la productividad.

El caso detallado en el estudio es que se expuso a 20 abogados humanos 5 acuerdos de no divulgación (NDA) para que identificasen 30 cuestiones legales, incluido el arbitraje, la confidencialidad de la relación y la indemnización en tan solo 4 horas. Cada uno de ellos sería posteriormente calificado por la precisión con la que identificaron cada cuestión.

De media, obtuvieron una precisión del 85%. Esta Inteligencia Artificial, ante las mismas cuestiones, obtuvo una puntuación de 92%. Además, mientras que a los abogados les tomó esta tarea 92 minutos, la IA realizó esta misma tarea en tan solo 26 minutos, por lo que no necesitó ni siquiera un tercio del tiempo que necesitó un humano. Es decir, mejor y en menos tiempo, el sueño de cualquier empresario.

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