En Qingdao, China, las tiendas y restaurantes deberán usar un "router aprobado por el gobierno" si no quieren ser multados
China no tiene suficiente con espiar monitorizar a sus ciudadanos a través de más de 20 millones de cámaras con inteligencia artificial, usando una aplicación móvil de vigilancia obligatoria para smartphones, o a través de las nuevas gafas con reconocimiento facial de la policía. No, no es suficiente, ya que ahora también lo harán por medio de los routers que son usados como hotspots en lugares públicos.
Y si a esto le sumamos el nuevo "Crédito Social" basado en la confiabilidad de las personas, entonces China se está convirtiendo en la distopía del siglo XXI.
A inicios de abril, las tiendas, restaurantes y establecimientos públicos dentro de la ciudad china de Qingdao, recibieron un aviso por parte de la policía (que era más una orden), donde se les pedía cambiar cuanto antes su router por uno aprobado por el gobierno. El argumento era que querían "mejorar la administración de seguridad en internet de Qingdao".
El cambio tenían que hacerlo antes del 2 de mayo de 2018, y si para esta fecha no contaban con el router, el establecimiento se haría acreedor a una multa de 100.000 yuanes (casi 16.000 dólares), además de la imposición para usarlo, el cual sería instalado y protegido por las autoridades, esto sin que los dueños pudieran intervenir.
El router elegido por el gobierno es uno de la marca BHU, y los dueños de los negocios pueden optar dejar un depósito de 100 yuanes (16 dólares) y que router pertenezca al gobierno, o bien adquirirlo por 400 yuanes (63 dólares).
En cuanto a la marca BHU se sabe realmente poco, pero en su sitio web mencionan que tienen "un estrecha colaboración a largo plazo con la policía local en China" y su sede principal está en Beijing. Por otro lado, en cuanto a noticias relacionadas con BHU, en 2016 se dio a conocer que sus dispositivos tenían múltiples vulnerabilidades, lo que permitía que hackers pudieran acceder para hacerse con las credenciales de inicio de sesión encriptadas en el router, y así poder interceptar todo el tráfico web.
Un punto extraño en este cambio obligatorio de routers, es que la policía de Qingdao asegura que además darán dinero a todos los negocios que usen este router, ¿cómo? Por cada nuevo usuario que se conecte al router, la policía pagará 8 fen (casi un céntimo de dólar) al establecimiento, aunque no especifican cómo se hará dicho pago.
Con esto, Qingdao se está sumando a ciudades como Chifeng, Xiamen y unas más, las cuales ya cuentan con programas de "sistema de gestión de la seguridad" que se llevan a cabo a través de routers autorizados por el gobierno, donde se desconoce bien qué es lo que hacen. Pero bueno, nos lo podemos imaginar.