Yo tengo una pegatina de Iron Man en mi portátil, así que quizás debería aplicarme el cuento: algunos expertos en seguridad informática afirman que eso de tener la tapa del portátil decorada con pegatinas puede hacer que nuestros equipos sean más proclives a ser registrados en los controles de los aeropuertos.
Diversos usuarios pueblan sus portátiles de pegatinas de todo tipo: de su empresa, de eventos en los que han estado, de símbolos tecnológicos, políticos o sociales... indicios que pueden activar las alarmas de los cuerpos de seguridad en los controles de equipaje. Si tu equipo está limpio de pegatinas, mejor.
Esa advertencia venía de Matt Mitchell, uno de los responsables de seguridad de la firma Tactical Tech, que afirmaba que "en conferencias, en cruces de fronteras, en aeropuertos o en sitios públicos, las pegatinas pueden hacer que seas objetivo de un registro, de espionaje industrial, o de escrutinio legal".
Mitchell narraba en Motherboard el caso de un amigo que perdió un vuelo por tener una pegatina con mensajes políticos en un cruce de fronteras. Las políticas aduaneras que se han vuelto mucho más peligrosas con nuestra privacidad en países como Estados Unidos hacen que puedan exigirnos el registro de nuestro portátil e incluso nos pregunten la contraseña de nuestras redes sociales.
En España ya debatíamos sobre si por ejemplo los cuerpos de seguridad pueden o no pedirnos el código de desbloqueo del móvil (no pueden, según los abogados consultados), pero todas estas medidas han hecho que los viajeros con datos sensibles a menudo acaben acudiendo a esos viajes con portátiles "desechables" y limpios o recién formateados para que en esos registros no se pueda encontrar nada.
Esas pegatinas por tanto pueden poner el punto de mira en los propietarios de esos portátiles, tanto si pasamos por esos controles de seguridad en aeropuertos como si algún hacker se fija en nosotros precisamente por alguna pegatina que puede llamar su atención y su curiosidad.
Para ese experto la solución es fácil: utilizar pegatinas que se pueden despegar fácilmente y que podemos dejar en casa cuando hacemos viajes en los que dichos elementos podrían convertirnos en incómodos objetivos de otras personas.