Las señales Wi-Fi a las que nos conectamos diariamente podrían ser utilizadas para detectar amenazas en lugares públicos como escuelas, estadios, centros comerciales, etc.
Eso es lo que afirma un reciente estudio publicado por un grupo de investigadores de la Universidad Rutgers en New Brunswick (Canadá). Afirman que, gracias a su sistema, son capaces de detectar amenazas de una manera sencilla y económica.
Los investigadores que firman el estudio aseguran que las señales Wi-Fi utilizadas en lugares públicos son capaces de atravesar bolsas, mochilas o paquetes para ofrecer información sobre las dimensiones de objetos metálicos que puedan ser peligrosos.
Del mismo modo, apuntan que esta tecnología puede utilizarse para detectar dispositivos electrónicos: smartphones, portátiles, etc. También se puede utilizar para calcular el volumen que de líquidos que podrían ser utilizados para crear explosivos.
De esta manera, declaran que se reducen costes en equipamiento y en personal de seguridad. Además, creen que no se invade tanto la privacidad de las personas (abriendo e inspeccionando bolsos y mochilas).
Yingying Cheng, coautora del estudio y profesora en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de esta Universidad, afirma que "esto podría tener un gran impacto a la hora de proteger al público de objetos peligrosos".
"Cada vez existe más necesidad de algo así".
Tras hacer diferentes pruebas, los investigadores aseguran que gracias a este métido han conseguido detectar objetos peligrosos ocultos en bolsas con una precisión de entre un 90 y 99%.